Hola, soy Sonia Carolina Vargas Ropero, tengo 38 años y vivo en Bogotá. En diciembre de 2012 me realizaron un trasplante exitoso de riñón y páncreas en Cali. La afectación en los riñones y algunos otros síntomas difíciles de manejar se derivaron de ciertas complicaciones que pudieron resultar de una diabetes tipo 1 que tuve desde pequeña. Cuando recibí el diagnóstico de Insuficiencia Renal Terminal rechazaba la diálisis como tratamiento, pues es una palabra que asusta mucho; no obstante, es un procedimiento que nos da soporte de vida y nos ayuda a estar mejor para seguir viviendo. En ese momento no sabía nada del tema de donación y trasplante de órganos, ya que antes no lo necesité.

Sin embargo, un día conocí a un hombre que había recibido un riñón y un páncreas, y al ver su ejemplo de vida quise buscar esa opción para mí. Duré en total dos años en diálisis peritoneal y seis meses en lista de espera para el trasplante. Después de la operación mis órganos empezaron a funcionar de inmediato y mi calidad de vida cambió por completo. Como parte de mi agradecimiento y para que muchas personas conocieran más del tema, decidí crear una página en redes sociales llamada 'Tengo un Trasplante', con el objetivo de sensibilizar sobre la donación de órganos y tejidos y sobre el cuidado del trasplante. Gracias a ella me entero de varias actividades, iniciativas de educación y movimientos sobre donación y trasplante.

A través de las publicaciones que compartía en la página me enteré de que en 2015, en Mar de Plata, Argentina, se iban a llevar a cabo los Juegos Mundiales para deportistas trasplantados. Yo asistí como espectadora y me convencí de que también quería practicar un deporte para favorecer mi salud. Me vinculé a la Asociación Colombiana de Deportistas Trasplantados y en 2016 fui embajadora por Colombia de la World Transplant Games Federation, en un programa internacional llamado ‘Fit For Life’, cuyo objetivo es fortalecer el deporte en personas trasplantadas. También participé en natación en el Mundial de deportistas trasplantados en 2017 en Málaga, España.

Dado que debo tomar medicamentos inmunosupresores, hay un alto riesgo de contraer infecciones y lamentablemente así me pasó: tuve rachas de infecciones muy difíciles en algunos órganos y sistemas de mi organismo; la más grave afectó el riñón que me habían trasplantado. Me hicieron una cirugía para ver qué me pasaba y la recuperación fue complicada. Pasé dificultades con los tratamientos y hospitalizaciones, y mis órganos sufrieron mucho desgaste. Después de un tiempo, finalmente tuve que volver a diálisis (que el año pasado me debilitó al punto de no poder casi caminar) y ahora estoy otra vez en lista de espera para trasplante combinado de riñón-páncreas. Hoy me alegro de la recuperación y fortaleza que ha mostrado mi cuerpo.

A raíz de todo lo que yo he vivido, he dedicado parte de mis esfuerzos a sensibilizar a la gente sobre la importancia de la donación de órganos, porque es un tema que se debe hablar con la familia y en toda la sociedad, pero no suele ser tan cotidiano. En 2016 en Colombia se aprobó la Ley 1805, que presume que todas las personas son donantes excepto si en vida manifestaron lo contrario. Por esto es importante hablar con nuestra familia sobre nuestra elección. La ley también especifica qué presupuesto se debe asignar a las entidades de Salud para promocionar la donación de órganos y tejidos y explicar el alcance y la naturaleza de la presunción legal de donación. Estas campañas se hacen y se promueven, pero necesitamos que la sociedad tenga más educación sobre el tema.

Como yo, hay muchas personas que nos hemos beneficiado de un trasplante, que estamos muy conectados con compartir nuestras experiencias y promover el tema de donación y trasplante para que todos seamos conscientes de que cualquier persona puede necesitar uno y que todos podemos ser donantes. Nadie debería estar exento por no conocer el tema. Sin embargo, no siempre las campañas perduran en el tiempo ni llegan más allá de las personas o instituciones que ya están involucradas en el tema o indagan por su propio interés, y pueden perder fuerza para llamar la atención. Necesitamos que la sensibilización de la población por parte de las autoridades sea más efectiva y que así mismo las autoridades den más apoyo a los particulares como, por ejemplo, los receptores de trasplante que quieren también sensibilizar a la sociedad.

Por eso lanzo esta campaña: para pedir al Congreso de la República y en general a las autoridades que creen estrategias y den apoyo a las campañas de concientización de una manera más certera, para que sean más efectivas, duraderas y para un mayor público, y sensibilizar de forma más oportuna a la población sobre la donación de órganos. Hacerlo es muy importante y puede ayudar a salvar y mejorar la vida de las personas que llevan mucho tiempo en listas de espera o que necesitan un trasplante. Entre todos podemos ayudar: si esta petición consigue 350 firmas, los congresistas me responderán en la página de Osoigo. Y después de firmar, compartamos este testimonio con todos nuestros amigos y contactos de WhatsApp y redes sociales. Unámonos para que en Colombia se dimensione la importancia real de la donación de órganos. ¡Muchas gracias!