Mi nombre es Rosmery Caldas Felix, hermana de Lesly Vicente Felix, una joven de 19 años que fue brutalmente asesinada mientras dormía en su habitación en Tingo María, y pertenezco al colectivo Juntos Perú por Justicia

Lesly estudiaba ingeniería civil en la UDH de Huánuco, en su sede de Tingo María. Al mismo tiempo trabajaba para poder costearse sus estudios y la habitación que alquilaba para vivir. Por la pandemia, ella ya estaba a punto de salir de Tingo María, pero su enamorado le ofreció un trabajo en la empresa de su familia. Ella se emocionó por esto, ya que podría seguir estudiando, además de tener un mejor trabajo.

Con este trabajo encima, buscó otro lugar para vivir y así fue que se mudó con la esposa de mi hermano, que en ese entonces también vivía en Tingo María. Todo parecía estar bien, pero realmente los problemas en esa casa eran insoportables. Mi hermano le comentó a Lesly que se iba a separar de su esposa y que iban a buscar un cuarto para quedarse ambos, pero que él iba a regresar el 15 de julio de una comisión. Yo recuerdo haberla invitado a una misa por Zoom el día 14 de julio, ella se conectó y estuvimos hablando un rato, todo sin novedad.

El día 15 de julio, mi madre me llama para decirme que Lesly se había suicidado. Yo no lo podía creer, hasta el día de ayer había estado hablando con ella y todo estaba muy bien. Lesly siempre había sido una persona positiva y nos impulsaba a lograr lo que quisiéramos. En mi desconcierto, yo salí de Lima en una movilidad particular para ver lo que pasaba con mi hermana. Cuando llegué, el panorama era peor de lo que pensaba.

A mi hermana la asesinaron el día 15 de julio de 2020, a las 3 de la mañana. Tenía cuatro puñaladas en la espalda, una de las cuáles le perforó el tórax, además de tener golpes y cortes en la cara, con uno muy profundo en el cuello. También vimos que tenía dos dientes rotos y le habían arrancado parte del labio, con la posibilidad de que haya sido abusada sexualmente también, ya que le encontraron restos de esperma. Yo sé que mi hermana se ha defendido, que luchó por su vida y que pidió ayuda, pero extrañamente, en esta casa hecha de madera, nadie escuchó nada.

Ya son dos fiscales que han renunciado al caso. Hoy en día está la tercera fiscal llevando nuestro caso, y ella nos dice que no se ha llevado de la mejor manera, como debía ser. Yo ya me había quejado con estos dos fiscales anteriores, porque en los primeros seis meses de investigación no había ningún detenido. Además, nuestro caso lo trata un abogado del Ministerio de la Mujer, porque no tenemos recursos para costear uno privado.

Lo único que quiero es que mi hermana encuentre la justicia que se merece. Por eso hoy me quiero dirigir a las autoridades que dicen representarnos para que nos ayuden a levantar el secreto de las comunicaciones de todos los sospechosos del caso y también que el departamento de medicina legal de la Fiscalía ayude en mi caso, ya que casi se va a cumplir un año y no tenemos los insumos para poder tomar pruebas químicas de los implicados y compararlos con lo encontrado en la escena del crimen, ya que el caso podría ser cerrado por falta de pruebas.

El asesinato de mi hermana no puede quedar impune, y por eso pido tu ayuda para firmar esta campaña haciendo click en “Apoyar” y también difundiendo con todos tus contactos de Whatsapp y redes sociales. Si logramos 300 apoyos, podremos presionar a las autoridades a responder por Lesly y todas las mujeres que siguen buscando justicia.