Los europeos creamos el Derecho Internacional y lo creamos en torno a la idea del "Ius comunicationis" de Francisco de Vitoria, el derecho que tenía toda persona a moverse libremente por el mundo y establecerse donde lquisiera, siempre que lo hiciera en son de paz. Durante siglos los europeos campamos a nuestras anchas por todo el mundo, a veces en son de paz y otras, sembrando el expolio y la destrucción. Ahora que vivimoe en burbujas de relativo bienestar en un mundo absolutamente injusto, nos olvidamos del Ius Comunicationes y nos acordamos de la Soberanía, pretendemos blindar nuestras fronteras y acotar el mundo.

Pero afortunadamente sigue habiendo muchísimas personas sensatas que rechazan el mensaje de la soberanía insolidaria. Sigue habiendo personas que consideran que nacionales y extranjeros son sólo categorías que se utilizan para separar a los seres humanos.

Acoger a 15.000 refugiados sería sólo acoger a 40 personas en cada ciudad de 100.000 habitantes. En contraposición a la insolidaridad de los gobiernos, nuestros cargos electos en las instituciones están apoyando la red de ciudades-refugio y otras iniciativas de acogida y la gente de los círculos se está ofreciendo como voluntaria para ayudar y acoger.