En Catalunya existe un problema estructural que es el grave déficit de infraestructuras que tenemos.

Esto a provocado que, en la actualidad, Catalunya disponga de la red de autopistas de peaje más extensa del Estado y por contra disponga de una de las redes de autovías gratuitas con menos kilómetros de todo el Estado.

Esta situación se agrava por la falta de inversión en infraestructuras durante años por parte del estado español y por la lenta ejecución de las inversiones del Estado en Catalunya, en obras clave como el desdoblamiento de la N-II o  la construcción de la B-40 o IV Cinturón.

Para Unió no puede aceptarse la discriminación que en materia de peajes sufre Catalunya, en donde más de un 60% de las autopistas y autovías existentes son de peaje, cuando la media es de un 22% en el resto del Estado.

A día de hoy, el rescate de las autopistas catalanas por parte de la Generalitat es difícil por el déficit crónico que tenemos. No obstante, si se mejorará el sistema de financiación se podría plantear dicha posibilidad.