Me llamo Pablo a la salida de un bar en Palermo, Ciudad de Buenos Aires, con mi novio fuimos brutalmente atacados por tres personas: Violencia física y verbal, que luego devino en daños en nuestro domicilio y hostigamiento por redes sociales.

Estábamos celebrando con Yaco que nos íbamos a mudar juntos cuando sucedieron los actos de violencia. Estábamos besándonos, algo que no debería molestar nadie en el mundo, pero que lamentablemente sucede con personas de un mismo sexo. Nos atacaron entre tres al grito de: “¡Putos de mierda, los voy a matar!”.

La policía no solo llego tarde, sino que no quiso aprehender a los delincuentes. También tomaron tarde la denuncia y al hacerlo, no lo hicieron como delito de odio. Eso también es violencia. Los delincuentes están actualmente en libertad por la falta de cámaras de seguridad.

Además de las agresiones nos dejaron lesiones físicas, recibimos amenazas en nuestra casa y mensajes homoodiantes. Algunos de los mismos decían: “Aguante el VIH”, “Quedaron bien cagados a palos”, “Sabemos dónde viven, es solo cuestión de ir a buscarlos”, entre otros. 

La persona que realizó el hostigamiento por redes sociales fue identificada, pero nunca citada a una indagatoria. Todavía no entendemos por qué. 

En menos de dos meses, la causa que investigaba “lesiones leves agravadas por haberse cometido en función de la orientación sexual”, fue por segunda vez archivada en manos de la fiscal Paola de Mincis de la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nro: 22. 

El pedido lamentablemente es el de siempre: Igualdad ante la ley y la sociedad. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar esto? ¿Cuándo tendremos una justicia que no sea cómplice de los delitos de odio? ¿Cuándo podremos salir tranquilos a la calle? Pedimos justicia: castigo para los agresores para que nadie vuelva a sufrir esto.

Por eso, necesitamos el apoyo de todas y todos de ustedes. Si conseguimos 500 apoyos, esta pregunta llegará al Senado Nacional y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos dando click en “apoyar” y difundiendo. Por un país un poco menos injusto.