Buenos Aires, Argentina. Una sola minera consume más de 100 millones de litros de agua. En una hora consume el agua que una familia campesina en 20 años. Desde el año 2010 el agua fue declarada como un derecho humano, pero en la actualidad 2 mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, mientras que las empresas mineras la usan de manera irracional y contaminan, destruyendo la naturaleza de manera irreversible. 

Es importante destacar, que las actividades extractivas tales como la minería producen habitualmente impactos socioambientales que afectan a las comunidades que habitan las áreas a explotar, directa o indirectamente y muchas veces  producen derrames extendiendo la contaminación hacia otras regiones. La infraestructura de la megaminería conecta varias provincias o regiones que pueden llegar a ocupar cientos de km o producir derrames en los caminos hacia puertos desde donde se llevan el mineral. La megaminería es una actividad a gran escala por lo que su impacto en el agua, aire, suelo y salud excede al territorio en el que se explota. 

Necesitamos políticas que protejan a todas y todos los argentinos, y los priorice y proteja de las multinacionales que explotan nuestros bienes comunes, enfermando nuestras tierras y nuestros cuerpos, para lograr un beneficio del que solo un pocos pueden disfrutar. ¿Cuál es la respuesta que nuestros representantes nos dan ante esto? 

Si juntamos 350 firmas, los integrantes del Congreso de la Nación nos responderán en esta misma página web. Firma dando click en el botón “apoyar” y registrándote. Difundí esta petición por todas tus redes. ¡Ayúdanos apoyando y difundiendo!