Pregunta para Senado de México
Quiero más historias como la de mi Danny. ¿Por qué no se destina el recurso suficiente para atender a niños con cáncer?
Soy Nayeli Acosta, chef de profesión, mamá de tiempo completo de Danny y junto a él, toda mi familia y yo hemos vivido el terror de no saber si de un día para otro el cáncer te arrebata lo más valioso de la vida: tus hijos.
Por eso hago esta carta para pedirles a los Diputados y Senadores que me respondan: ¿Por qué no se destina el recurso suficiente para atender a los niños con cáncer en México? ¿Por qué se le da prioridad a asuntos tan banales en lugar de cuidar la salud de las próximas generaciones?
El cáncer se asomó a nuestra historia cuando Danny tenía cinco años y me di cuenta que perdía el equilibrio muchas veces al correr o caminar. Después vi que no movía la mano izquierda ni para comer. Lo revisaron ortopedistas, médicos generales y no dábamos, hasta que un día un pediatra me anunció que podría ser un problema del sistema nervioso.
Luego de muchos estudios, descubrimos que Danny tenía un tumor del tamaño de una naranja en la parte derecha del cerebro. Nosotros no contamos con Seguro Social, por lo que lo llevamos al Hospital Infantil de México donde prácticamente desahuciaron a mi hijo sin el menor tacto a nosotros como padres.
A pesar de todo Danny siempre luchó, y si él no se rendía nosotros como padres debíamos luchar junto a él. Contactamos al doctor Carlos Castillo y nos dio una opción para salvarlo. Hicimos de todo para conseguir los recursos, vendimos desde tamales hasta artesanías, mucha gente se unió a nuestra causa y lo logramos. El triunfo de la primera batalla fue para Danny.
Al continuar con su tratamiento en el Hospital Infantil me notificaron que el tumor seguía presente. Fue sometido a una segunda cirugía, a más de 16 ciclos de quimioterapia y 31 sesiones de radioterapia; éstas últimas dejaron a mi hijo con casi 10 kilos de peso, demacrado, en los huesos. Casi se nos iba.
Todo por una lectura errónea de unos estudios que hizo la médico que atendía el caso de mi hijo. Se nos pudo evitar mucho sufrimiento y dolor si se hubiera contado con personal capacitado, empático y responsable nuestra historia hubiera sido diferente.
En todo este viacrucis pudimos notar cómo el personal médico de verdad hace milagros con lo poco que tienen a su alcance. Son muchas familias con el estómago hecho nudo por no poder solventar los insumos médicos que les piden para operar a su hijo. Cosas tan simples como gasas, jeringas o mangueras. O sea, lo más básico.
Hoy por hoy Danny es un guerrero más que salió triunfante del cáncer pero hay muchos niños, muchas historias que por cuestión presupuestaria no tienen un final feliz. Eso debe cambiar ya.
Por favor, súmate y firma esta carta para que nuestros políticos atiendan nuestra petición aquí mismo en el portal de Osoigo México.
De verdad, muchas gracias.
Nayeli Acosta