Efectivamente, el mal endémico de la ciudad y provincia lo constituye el paro y como consecuencia la despoblación y la emigración.

Somos la provincia más castigada de todas las provincias españolas en función de su población. Habría que lanzar un S.O.S. desde la primera línea hacia Europa y el gobierno central, que permita una alternativa para resolver uno de los desiertos demográficos más graves de la Unión Europea occidental.

Uno de nuestros objetivos es fijar población, con alternativas y facilidades agropecuarias de moderna industrialización, como por ejemplo la Biorrefienría de Barcial del Barco.

Otro punto a tener en cuenta es la especialización artesanal en las tipologías tradicionales con raigambre, tales como la cerámica, la forja, los paños, el vino, el cuero y productos agroalimentarios, abiertos al eje atlántico, aprovechando la estrategia del Duero, que nos pone en directa comunicación con Oporto.

Una nueva óptica comercial que englobaría aspectos como la cesión de suelo industrial a bajos precios, agilización de amortización y licencias; Acuerdos con la Cámara de Comercio, reactivación de grupos de formación y de capacitación profesional acordes con las especiales necesidades zamoranas.

Fijación del eje de la Ruta Atlántica sobre un plan que aproveche el final de la comunicación de la Vía de la Plata, N-S. y transversal E-W. originadas todas ellas en torno a Zamora.

El turismo cultural en torno a los eventos tradicionales de Zamora y su proyección de una manera más dinámica y actualizada, en Zamora poseemos, muy desaprovechada, una historia rica y evocadora, la cual hemos de poner en actualización para este tipo de turismo, nuestra Semana Santa, El Romancero con Las Mocedades del Cid, torneos medievales y teatro en la calle, la divulgación de la feria, la potenciación de una gastronomía especializada, la resurrección de Las Aceñas.

El Duero como plataforma, en definitiva la memoria de lo que ha sido Zamora y de lo que puede volver a ser.