Soy Martín Correa, un guía turístico en Envigado, Antioquia y apasionado por la naturaleza, el aire libre y las actividades extremas. 

Durante los últimos años me he dedicado al turismo sostenible en los bosques de niebla alrededor de Medellín y por todo el Valle del Aburrá como una forma de crear conciencia sobre la necesidad de protección de estos ecosistemas. 

Al igual que los páramos, los bosques de niebla son muy valiosos pues ayudan a la regulación hídrica del ecosistema captando la lluvia en invierno y liberando el agua en las sequías. También son un tesoro natural al ser el hogar de diversas aves y fauna silvestre. ¡Incluso he encontrado huellas de puma en ellos!

Sin embargo, a diferencia de los páramos, estos bosques no cuentan con una normatividad especial de protección y, por ende, son susceptibles a las actividades humanas.

Tan solo algunos bosques, al menos en el Valle del Aburrá, son considerados Distritos de Manejo Integral; por el contrario, en los demás los propietarios de estos terrenos están eliminando la población nativa para sembrar otras especies como el pino para fines económicos. 

Además, con el crecimiento de las ciudades, muchas constructoras están desarrollando proyectos de casas fincas en las montañas para dar a sus compradores mejores vistas y una sensación de “entorno natural” que realmente solo está destruyendo el ecosistema. 

Medellín, al estar en medio de una cadena montañosa, afronta mayores complicaciones con el medio ambiente. Por ejemplo, la ciudad es más susceptible a que la calidad del aire empeore por su situación geográfica de ser un valle. Por eso, es necesario que tomemos medidas para la protección de estos corredores ecológicos que aún preservamos.

Te pido tu ayuda firmando y compartiendo está petición hasta que logremos superar los 350 apoyos en osoigo.com y que así mi testimonio sea escuchado por un Congresista para dar a conocer el inmenso valor de los ecosistemas que rodean nuestras ciudades y, en especial, salvar nuestros valiosos bosques de niebla.