Pregunta para Congreso del Estado de Baja California
Soy Marisela Bustamante, hace más de un año que el padre de mis dos hijos, de 7 y 8 años, me impide verlos. ¿Cuáles son los protocolos que siguen las autoridades para asegurar y privilegiar el bienestar general de los menores que sufren esta situación?
El pasado 19 de mayo de 2020 el padre de mis dos hijos, un niño de 8 años y una niña de 7, decidió no devolverlos a casa después de tener una convivencia diaria, como se había estipulado después de nuestra separación. Ese día, al ver que mis hijos no regresaban, intenté comunicarme con ellos, e incluso con la familia de mi expareja, pero ya no me respondían las llamadas e incluso ya aparecía bloqueada. En ese entonces yo tenía la custodia completa de los niños y pude levantar una denuncia por sustracción, aunque también me comunicaron que yo había sido demandada por parte del padre de mis hijos.
Mi expareja y yo estuvimos juntos durante 7 años, y la decisión de separarnos la tomé yo porque fui violentada física y verbalmente. En cuanto tomé esta decisión comenzaron los problemas con él y con su familia. Cuando interpuse la denuncia de sustracción, me comunicaron que yo había sido igualmente denunciada por parte de él, debido a una presunta lesión que yo le habría hecho a mi pequeño. Lo cual es totalmente falso, pues mi hijo tenía días con un raspón que se dio en una caída.
Fue hasta el 11 de agosto, cuando me notificaron que ahora era el padre de mis hijos quien había obtenido la custodia provisional. Sin que nadie me hubiera notificado de esto y tampoco sin investigaciones ni procedimientos que demostraran que yo había incurrido en alguna falta. De hecho, soy yo quien siempre ha acudido a las autoridades para que me mantengan al tanto y para pedir explicaciones. Sin embargo no ha servido para nada, pues desde hace más de un año que no puedo ver a mis hijos y que me mantienen incomunicada de ellos.
Mi expareja se ha negado a que yo vea a los niños. No los presenta cuando tenemos convivencias vía videollamada. Quien se está haciendo cargo de ambos menores es su abuela, ante la falta de tiempo del papá. Parece que las autoridades hacen caso omiso de que mi expareja incurra en diversas faltas y me obstaculice el poder comunicarme con los niños.
Ha sido un proceso largo y difícil. Lleno de trabas y más trabas. Los niños no están recibiendo atención psicológica, y cuando me niegan verlos me dicen que es porque ellos no desean verme o porque “me odian”. No veo que se haya hecho algo a favor del bienestar de mis hijos. Si un padre es una pareja violenta, ¿qué asegura que no sea, igualmente, un padre violento?.
Lo que yo pido y deseo es que me dejen ver a mis hijos, que velen por su seguridad, por su bienestar físico y emocional. Por ello, lanzo esta campaña, para pedir a las autoridades del Congreso de Baja California que escuchen mi voz y legislen en favor de las niñas y niños que estén en situaciones parecidas a la de mis hijos. Creo que entre todos podemos ayudar: si recogemos 500 firmas en esta petición, los representantes políticos me responderán en la página de Osoigo. Y difundamos este testimonio con nuestros contactos de WhatsApp y redes sociales, para que muchas personas lo puedan respaldar.
¡Muchas Gracias!