Pregunta para Congreso de los diputados

¿Para cuándo Unidades de Radioterapia en todos y cada uno de los Hospitales?

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Maribel Granados Pregunta de Maribel Granados

Hola me llamo Maribel, y esta es mi historia. En el mes de julio del 2010, me diagnosticaron cáncer de mama. Tras un duro año que conllevó seis ciclos de quimioterapia y 30 sesiones de radioterapia, el doctor me dijo que estaba curada. No había rastro del cáncer.

La vida se presentaba de nuevo ante mí y me sentía libre para poder cumplir mis sueños. En el año 2014 fui madre de mi princesa Daniela, y me sentía inmensamente feliz. El cáncer, siempre decía, había sido una lección de vida.

Pero en el mes de enero de este año, en una revisión rutinaria y tras repetir unos análisis que salían alterados y practicarme un PET TAC, se confirmó el peor de los diagnósticos: el cáncer volvía a mi vida. En esta ocasión, el tumor ya no se limitaba solo a mi pecho. Hubo células que se escaparon a la cirugía de 2010 y resistieron a la quimioterapia. Habían dormido durante todo este tiempo y, siete años más tarde, habían despertado de nuevo como revivida haciendo metástasis en mis huesos.

Si os cuento que en ese momento, la tierra se abrió bajo mis pies y caí al más profundo de los abismos, seguramente me creeréis. Sólo recuerdo de ese instante, la fuerza con la que mi marido me cogía de la mano y la mirada de mi hija, de dos años y medio, que no acababa de entender lo que estaba ocurriendo en esa consulta.

Durante los dos días siguientes me dediqué a consolar a mi familia, recordándoles que el médico había dicho que en un uno por ciento mi cáncer tenía cura. Insistiéndoles que yo iba a ser ese uno por ciento. Y me dediqué también a llorar, a gritar, a vaciar mi alma de un inmenso dolor.

Y cuando lloré, grité y clamé al cielo, me levanté. Me levanté para llenar mi alma de fuerza. Para llenar mi alma de amor. Decidí, ese 28 de enero del 2017, seguir caminando. Decidí que el cáncer no me iba a robar mi vida, ni mis momentos de alegría. Y decidí tender mi mano a todo aquél que estuviera sufriendo para demostrarle que a pesar de los pesares, a pesar del cáncer, vale la pena seguir soñando. Vale la pena seguir caminando, en este camino tan bonito llamado VIDA.

Hoy me vuelvo a levantar de la silla. Me vuelvo a levantar para pedirles a nuestros políticos que actúen y apuesten por ofrecer el mejor de los servicios para curar el cáncer. Hoy me levanto para exigir unidades de radioterapia en todos los hospitales sin importar el pueblo o ciudad en el que hayas nacido. Todas las personas tenemos derecho a una Sanidad de calidad, todas las personas tenemos derechos a Unidades de Radioterapia cerca de nuestras casas para ser atendidas con las mayores y mejores garantías para nuestra salud. Somos miles, somos millones los que nos levantamos y nos montamos en el tren de la vida todos lo días.

Gracias por leer mi historia. Si puedes difundir este mensaje en vuestras redes sociales os lo agradecería, solo así llegaré a que los políticos del Congreso de los Diputados nos escuchen y puedan ayudarnos.

Soy Maribel, conocida en redes como @mepidolavida. Esta es mi historia, esta es nuestra historia.

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