Hola, me llamo María Angélica Navia, soy psicóloga, magíster en Psicología clínica y de la salud, y vivo en Bogotá. Desde que estaba en la universidad me empecé a interesar por la salud mental de las personas, porque quería tratar de comprender el comportamiento de los seres humanos. A partir de entonces, he enfocado mi carrera en esa dirección, y he intentado prepararme de tal manera que pueda brindar el mejor servicio de salud posible.

Esta época de pandemia ha sido muy difícil, pero ha dejado, al menos, algo positivo: las personas nos hemos dado cuenta de la importancia de la salud mental. Antes era algo que dejábamos de lado. Porque si teníamos algún problema físico, algún dolor, íbamos a urgencias. Pero no caíamos en cuenta de que cualquier cambio en el ánimo, en el sueño, en el peso o en la alimentación empieza a dar pistas de un posible trastorno de salud mental. La pandemia nos ha hecho ver que la salud mental es muy importante, en gran parte porque ha habido un aumento significativo de los casos de ansiedad y depresión en esta época.

El cuidado de la salud mental brinda, además, un beneficio social, porque se puede crear una red de apoyo para normalizar el hecho de ir al psicólogo. Hoy en día todavía existe la creencia falsa de que quien va a una consulta psicológica es porque está loco. Eso hace que muchas personas eviten asistir a esos espacios. Creo que lo más importante es normalizar el hecho de que las personas sentimos, pensamos y requerimos de herramientas para afrontar los malestares que no sabemos manejar.

La importancia que se da a la salud mental no sólo ha aumentado por parte de las personas, sino también de las empresas. Hoy por hoy, en Colombia hay muchas que ofrecen a sus empleados y empleadores un servicio de psicología en todo momento. Yo misma tengo pacientes cuyos trabajos les permiten asistir a consulta como si se tratara de una cita médica. Creo que ha habido un aumento en la generación de conciencia, aunque sobre todo se centra en empresas internacionales. Pero sigue faltando mucho todavía.

Y un detalle en el que todavía falta mucho por hacer, y por el cual lanzo esta campaña, es la frecuencia de las citas psicológicas que se dan. Yo tuve la oportunidad de trabajar en un hospital en el que daban citas cada tres meses. Y en ese tiempo una sintomatología de malestar puede aumentar y llevar incluso a situaciones trágicas como la pérdida de la vida de una persona. Además, las consultas no suelen durar más de media hora, que es un lapso en el que por lo general no se logra mucho.

Por eso hago esta pregunta: ¿cuándo se exigirá a los servicios de salud que aumenten la frecuencia y la duración de las consultas psicológicas en Colombia? Hago un llamado para se garantice el acceso a citas psicológicas de mayor calidad en el país para beneficio común. Respaldar la petición es muy sencillo: si recolectamos 350 firmas, los políticos me responderán en la página de Osoigo. Apoyar no toma más de un minuto. Y después de hacerlo, compartamos este texto con nuestros amigos, familiares y contactos de WhatsApp. Que corra la voz. Cuidar la salud mental de todos es un asunto de suma necesidad. ¡Muchas gracias!