Pregunta para Región de Coquimbo
¿Cuándo Gendarmería va a parar con los abusos en razón de la orientación sexual o la identidad de género de los internos?



Soy María Alejandra López Barrera, mujer transgénero, presidenta de la Corporación Féminas Diversas en Acción. Estuve 10 años privada de libertad, periodo en el que sufrí apremios ilegítimos, torturas, transfobias y humillaciones por parte de personal de Gendarmería. Tras cumplir mi condena, en el 2019 demandé al Estado de Chile.
Gracias a un programa de reinserción social he podido rehacer mi vida y dedicarme a proteger y defender los Derechos Humanos de la comunidad LGTBIQ+. He visitado cárceles en diferentes partes del país constatando que mi experiencia se sigue repitiendo.
Quiero hacer público el caso de Víctor Peralta, quien se comunicó con nuestra Corporación para denunciar una serie de maltratos físicos, psicológicos y discriminatorios a los internos del módulo Nº94 (exclusivo para la comunidad LGTB) de la cárcel de Huachalalume en La Serena, región de Coquimbo.
La mañana del miércoles 12 de mayo, junto a otros reclusos, fue víctima de un ataque homofóbico por parte del funcionario Manrriquez de Gendarmería, quien los agredió con gas naranja directamente en el rostro, gritándoles: “Maricones conchetumare, me tienen aburrido son la lacra del penal”(sic). Esto sin ninguna provocación por parte de ellos. Luego, solo le permitieron constatar lesiones a la interna Ángela Díaz, quien tenía el rostro muy irritado.
Hace 8 meses, Victor se sentía muy enfermo con dolor de cabeza, fiebre y vómito, por lo que pidió ser llevado al Hospital Penal. Los médicos determinaron dejarlo en aislamiento en el módulo 1, donde están todos los internos enfermos o que llegan del exterior para hacer cuarentena por el covid-19. Ahí, lo encerraron en una habitación en pésimas condiciones para un enfermo o persona en general. Tenía agua servidas, media frazada e inicialmente sin, ni siquiera, un colchón.
Después de 14 días, su estado de salud seguía igual o peor, por lo que fue hospitalizado en un centro de salud en el exterior del recinto penitenciario. Luego de varios exámenes le informaron que tenía VIH y por la baja de defensas, también se había contagiado Hepatitis B.
Actualmente, Victor necesita seguir un tratamiento para el VIH llamado Triterapia y consumir regularmente sus medicamentos, los que no siempre le son entregados. Ha llegado a pasar varios días sin ellos. Además quedó con indicación médica de una dieta hipercalórica liviana, sin sal, cuestión que tampoco es respetada del todo.
Victor siente que los internos de la comunidad LGTBIQ+ son permanentemente vulnerados en sus Derechos Humanos. Se les discrimina en relación al resto de la población penal, ya que no cuentan con programas de integración social, no tienen actividad física, ni cursos que luego los ayuden en su búsqueda laboral. En el caso de quienes consumen hormonas, muchas veces, tampoco las reciben por parte del personal médico del Penal o Gendarmería.
En Chile, desde el año 2012 existe la Ley 20.609 conocida como “Ley Zamudio”, en la que se prohíbe la discriminación arbitraria por sexo, orientación sexual e identidad de género, entre otras características.
Las personas privadas de libertad deben ser tratadas con el respeto propio de la dignidad humana. Y se deben garantizar sus derechos fundamentales como a la vida, dignidad, integridad personal física, psíquica y moral, y debe existir igualdad de trato, entre otros.
Por eso les pregunto a las autoridades políticas que representan a la Región de Coquimbo, qué van a hacer para que Gendarmería pare con la discriminación y abusos hacía la población penal con una orientación sexual o identidad de género diferente.
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