Soy Marcela Mansilla, vivo en Algarrobo, Región de Valparaíso. Soy concejala electa completamente independiente y saqué la segunda mayoría en la comuna. Pertenezco a la Asamblea Territorial de Algarrobo, que se creó a propósito del Estallido Social y al Movimiento No Al Rabanal, que está en defensa del medioambiente y contra la construcción de un megaproyecto inmobiliario en la localidad de El Yaco.

En Algarrobo se está construyendo en lugares donde la escasez hídrica es muy grande. El Yeco, por ejemplo, es una localidad al norte de nuestra comuna, donde no hay agua potable sino de pozo, y se están levantando grandes edificios que terminarán por secar las napas subterráneas. La población que no vive en esos edificios, sino que alrededor, cada día tiene menos agua y debe comprar o recurrir a camiones aljibe.

Actualmente estamos a la espera de que un proyecto de agua potable rural vea la luz. Sin embargo, tenemos miedo de que los recursos hídricos no vayan a donde tienen que ir, es decir a las localidades El Yeco y San José, sino que terminen abasteciendo a estos grandes proyectos inmobiliarios. Uno de ellos ya se está construyendo y otro de 490 departamentos, cuenta con los permisos de construcción, pero lo hemos logrado paralizar por una orden de la Corte de Apelaciones, y además por el Consejo de Monumentos Nacionales, debido a hallazgos arqueológicos en el sitio de construcción.

El gran problema es que en un proyecto inmobiliario necesitas factibilidad de agua y sabemos que en esa zona no hay. Sin embargo, la empresa sanitaria Esval dice que sí hay factibilidad de agua para estos proyectos, y solo basta con que emita un certificado al municipio. Los planos que dan cuenta de dónde sacarían el agua, señalan que tendrían que avanzar cerca de 12 kilómetros con cañerías, y eso no va a ocurrir. Lo más probable es que en el fundo Rabanal vayan a vender agua de las mismas napas subterráneas, porque actualmente basta con que la empresa diga: yo puedo proveer el agua, pero la autoridad no exige de qué forma lo va a hacer.

Es por eso que le preguntó a las autoridades y representantes políticos: ¿Qué le exigen a las empresas sanitarias para dar la factibilidad de agua ante un proyectos inmobiliario? Es necesario saber cómo las autoridades obtienen garantías por parte de las empresas de que esa factibilidad es real y no va en perjuicio de la comunidad. 
¿De dónde proviene el agua y cómo la sacan?, más aún en una localidad que ya sufre las consecuencias de la escasez hídrica.

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