¡Hola a todos y todas! Soy Luis Carlos Leal, tengo 33 años, nací en Bucaramanga, pero me vine a vivir a Bogotá desde los 17 años, estudié en la universidad Nacional de Colombia, Soy Médico, especialista en cirugía general y actualmente estoy cursando una maestría en salud pública en la Universidad Javeriana. Soy concejal de Bogotá por Alianza Verde desde el 2020 hasta el 2023. Esta campaña, sin embargo, la he lanzado como ciudadano.

Dentro de las labores del Concejo de Bogotá hay aspectos muy importantes como lo son el control político del actuar de la administración Distrital. Dentro de ese control político de lo que está ocurriendo, hay una problemática que hemos venido trabajando desde hace mucho tiempo y está relacionada con lo que significa ser reciclador en Bogotá. 

Desde el año 2001 en Colombia, la Corte Constitucional declaró a la comunidad recicladora como sujeto de protección especial, esto debido a que son personas que brindan un servicio público esencial para las diferentes ciudades en las cuales laboran, pero que desafortunadamente no tienen las condiciones económicas adecuadas ni las garantías para dignificar la labor que desempeñan. A partir de esta declaratoria, se desarrollan diferentes decretos que trabajan por garantizar los derechos de estas personas.

Por eso adelantamos en la corporación un debate de control político construido en conjunto con la comunidad recicladora y en particular con las mujeres; que según el último censo en la ciudad son un 47% de las personas que se dedican al reciclaje en la capital. 

Dentro de las políticas que ha adelantado el estado para proteger esta población existen mecanismos de organización y formalización, así como la creación una tarifa incluida en los servicios públicos por aprovechamiento y que llega a los recicladores formalizados a través de la Superintendencia de Servicios Públicos. Pero dignificar la labor del reciclador no es solo generar un pago, dignificar su labor implica mejorar otros aspectos alrededor de sus condiciones de vida. 

Un primer aspecto es tener en cuenta es el transporte que usan para llevar el material reciclaje por la ciudad. A pesar que hubo un avance importante de quitar los animales como transporte para remplazarlos con carros motorizados para llevar el reciclaje, muchos de ellos(as) no tuvieron acceso a estos y lo que hacen es realizar la tracción humana,arrastrando el carro por toda la ciudad aproximadamente con media tonelada de reciclaje, afectando su salud.

Un segundo aspecto es el problema de alfabetización, ya que solo el 22% de la población sabe leer y escribir, por la falta de oportunidades de acceso a la educación y otras complejidades asociadas como lo son el desplazamiento en el país por el conflicto y situaciones de sus territorios. Esto mismo pasa con sus hijos e hijas. 

Un tercer aspecto es el estilo de vida y el modo de vivienda de estas personas, ya que muchos no cuentan con un hogar digno, viviendo en invasión, paga diarios, hasta en el mismo material reciclable.

Un cuarto aspecto en el cual todos tenemos responsabilidad es el hecho de que no sabemos reciclar y por más campañas de concientización e implementación de la manera correcta del aprovechamiento y desecho de residuos, no se cuenta con un apoyo fundamental de entidades gubernamentales, como alcaldes, concejales, directivos y administradores del país, las ciudades, los municipios, los barrios y en los mismos conjuntos residenciales. Esto facilitaría el proceso y se le daría un valor importante a la labor de las personas que trabajan con reciclaje. 

Es importante recordar lo ocurrido el 8 de octubre del 2021 en la localidad de Puente Aranda, cuando fueron desalojadas más de 100 familias que tenían allí sus hogares y espacios de educación para sus hijos e hijas. Lugar donde vivían y confluían los saberes para los niños y niñas de la comunidad, destruyendo más que sus hogares hechos en material reciclable, sus sueños y expectativas de vida en una ciudad que no garantizan su bienestar y su labor. 

Entonces frente a este panorama ¿Que opciones tenemos para estas personas? ¿Cuáles son los mecanismos legales? ¿acaso la legalidad no piensa en la humanidad? Por lo tanto, lanzo esta petición, ya que es importante indagar cuales son estos planes que se están implementando para mejorar la vida y condiciones con la población recicladora. Hoy en día son 24.310 personas dedicadas a esta labor.

Además de ello, lo que vemos es que no hay las políticas públicas necesarias y los recursos no se invierten en lo debería investirse, pues lo que se genera es una revictimización, y no podemos lavarnos las manos y decir que es un problema de conflicto y violencia en sus territorios, es un problema nacional.

Adicional a esto, hay que repensar que Bogotá está en riesgo de que Doña Juana colapse, generando un desastre. Se conoce que las personas recicladoras generan un ahorro del 30% de los residuos, que equivalen a un millón de toneladas del relleno sanitario, en el que se ahorra aproximadamente 20.000 millones de pesos que pueden ser usados para darle valor a su labor y al cuidado ambiental. 

¡Apoya esta petición con un clic! necesitamos la respuesta que nos merecemos para luchar y ser la voz de aquellos que necesitan que su labor sea dignificada y reconocida para salvaguardar sus vidas, Bogotá y el planeta.