Pregunta para Cortes de Aragón

¿Por qué no se forma al alumnado en educación afectivo-sexual de manera obligatoria, de forma transversal y con la colaboración de profesionales externos?

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Lucía Sánchez Pregunta de Lucía Sánchez

La importancia de la educación afectivo-sexual desde la infancia para la prevención de violaciones y otros abusos, así como prevención de la LGTBIfobia, el bullying y otras formas de acoso.

 

La educación sexual es un mecanismo de autoprotección. Sirve para que cada niña y cada niño crezca con autoestima y libertad, aporta herramientas para construir relaciones íntimas basadas en el respeto y también para saber evitar abusos y violencia. 

Soy la doctora Lucía Sánchez, Sexóloga especializada en educación sexual y asesoramiento sexológico individual y de parejas. Cuando hablamos de educación sexual (el término “afectivo” va implícito siempre en el término “sexual”) no sólo estamos hablando de genitales y de prevención de enfermedades y embarazos no deseados. El objetivo de la educación sexual es enseñar a que cada persona aprenda a conocerse, aceptarse y a expresar su erótica (conducta sexual) de manera satisfactoria. Nos situamos en lo que la gente hace, pero también en lo que sienten, los significados que dan a lo que sienten y experimentan, emociones, deseos, afectos…

Me gustaría pedir a los políticos que la educación sexual esté presente de manera regulada y obligatoria con intervenciones de calidad en los colegios desde primaria hasta niveles de estudios superiores. Quizás la idea de transversalidad sea un tanto utópica, pero si formamos al profesorado y los sexólogos hacemos intervenciones al mismo tiempo para poder aplicar una pedagogía acorde a cada grupo de edad y en casos concretos donde se nos requiera por necesitar intervenciones específicas en casos más especiales, nos aseguraríamos una continuidad y una educación sexual real. 

En ocasiones, las intervenciones han estado sólo amparadas por las buenas intenciones. No es fácil llegar a transmitir un mensaje que sea coherente de acuerdo a la comprensión del alumnado por su edad. Muchas veces las ONGs, profesores o voluntarios que dan charlas en los colegios, tienen buena intención en sus propósitos pero no hacen una diferenciación por edades y pueden crear confusión o falta de entendimiento, no cumpliendo los objetivos que la educación sexual busca. Para trabajar en Educación Sexual hace falta formación. Hay que trabajar con elementos sexológicos y pedagógicos porque sino, es probable que de lo que estemos hablando no sea Educación Sexual.

Hay que normalizar e integrar la educación afectivo-sexual en los colegios y que sea algo obligatorio. La educación sexual es una tarea compartida entre los profesionales de la sexología, la familia, los profesores, el personal sanitario, ... cuando callamos o evitamos un tema estamos haciendo educación sexual también. No se puede no hacer educación sexual así que es tarea de todos y todas y por eso debemos formarnos para que sea de calidad.

Reivindico que se comprometan a integrar la educación afectivo-sexual como una asignatura obligatoria y que además exista una formación específica. 

El profesorado tiene que estar formado para saber cómo actuar si ocurre cualquier cosa y deberían tener profesionales de la sexología de referencia disponibles siempre para casos complejos. La Educación Sexual no se agota en las aulas. De hecho, creemos que en el ámbito del ocio y el tiempo libre se tienen que ofrecer determinadas respuestas a las necesidades de formación que en materia de sexualidad y relaciones personales tienen los chicos y chicas que participan de estos espacios así que la formación también tiene que llegar a estos lugares.

Por todo esto, pido a las Cortes de Aragón que se comprometan a educar en materia afectivo-sexual de manera obligatoria en los colegios y que la forma de impartirla sea de forma transversal y con competencias de profesionales externos, así como que se ofrezca formación específica a todas las personas que trabajen en temas de ocio y tiempo libre con niños y adolescentes para dotar a todos los educadores de una información de calidad que no entorpezca el desarrollo de una sexualidad saludable.

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