Pregunta para Parlamento de Galicia
Después de estar casi un mes intubada en 2020, convivo con Covid persistente, una enfermedad pluripatológica no reconocida en su totalidad. Necesitamos visibilidad y recursos. ¡En Galicia somos más de 70.000 afectados!
Me llamo Laura y vivo en Galicia. Cuando empezó la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020, me contagié sin haber salido de mi pueblo, O Barco de Valdeorras. Luego supe que en ese momento, había un brote importante en uno de los geriátricos, pero yo no tenía ni idea de ello y tampoco tenía relación con el centro en cuestión.
El sábado 14 de marzo salí a comprar, porque entre semana teletrabajaba y coincidí con muchísimas personas en el supermercado ya desabastecido. También comimos en familia ese día 14 y empecé con síntomas de catarro el siguiente lunes, 16 de marzo. De entrada, lo achaqué a que estaba haciendo calor y no le di importancia.
Aun así, fui empeorando y cogí fiebre. Nunca fue una fiebre muy alta; no pasó de 38,2Cº. Tampoco perdí ni el gusto ni el olfato. Finalmente, el sábado, 21 de marzo, acudí a urgencias en el hospital porque me costaba un poco respirar y mi cansancio era extremo. Me hicieron una PCR, una placa de tórax y una analítica de transferencia de gases. Con los resultados de la placa, decidieron dejarme ingresada aquella misma tarde y ya con oxígeno puesto.
La madrugada del lunes al martes se confirmó el positivo en Covid-19 y me empezaron a suministrar medicación. Al día siguiente, me cambiaron de hospital y me trasladaron a Orense, ya que tenía más medios porque mi estado estaba empeorando. Estuve 24 horas a planta y el miércoles decidieron bajarme a la UCI, porque mis pulmones seguían fallando.
Me dijeron que me iban a poner una BiPAP para facilitar la respiración y ya lo siguiente que recuerdo es un médico explicándome que llevaba un tubo en la garganta y que lo van a intentar quitar. Lo probaron tres veces, y entre cada intento pasaba una semana. Estuve un total de 21 días en la UCI, de los cuales, 20 estuve intubada.
Subí a planta y estuve 23 días más ingresada. Finalmente, la PCR de seguimiento dio negativo y recibí el alta médica después de dos días. El 7 de mayo salí del hospital y estuve 10 días más aislada pero ya en casa. Salí muy débil del hospital. Los médicos indicaron que necesitaba fisioterapia como la que había recibido estando ingresada, pero no pude beneficiarme más del servicio en cuestión.
Cuando me vió el primer médico después de haber recibido el alta, habían pasado varios meses, ¡incluso me casé en medio! Me vió una neumóloga que me volvió a citar para dentro de 3 o 4 meses. Acudí a la siguiente cita y me atendió un médico diferente y así me fueron haciendo seguimiento hasta que casi un año después de mi alta, se creó una unidad de Covid persistente en Galicia y me derivaron allí.
Al principio, se pensaba que las secuelas se podrían ir al año, pero ya hemos visto que no es así. Tengo fibrosis pulmonar a consecuencia de la neumonía bilateral aguda que tuve, disautonomia y tengo la incapacidad total reconocida. Me reconocieron, también, como paciente covid persistente desde el INSS y en estos momentos, me siguen viendo tanto la neumóloga como la internista de manera periódica.
Las enfermedades invisibles conllevan pacientes invisibles. No se nos ha querido reconocer y muchas veces, se infravaloran los síntomas que conlleva la patología que padecemos todos los enfermos de Covid persistente, que son muy variados según el caso. No nos sentimos ni comprendidos ni acompañados por parte de la administración y tampoco por parte de la sociedad en general, que desconoce la afectación. Necesitamos reconocimiento y acompañamiento personalizado, necesitamos tratar los síntomas que padecemos a nivel público, porque hacerlo a nivel privado es insostenible y es, en muchos casos, dónde tenemos que recorrer.
Últimamente, hemos creado una plataforma de afectados por la patología en cuestión para, precisamente, hacer red de apoyo entre todos nosotros y también para dar visibilidad a la causa y avanzar hacía un reconocimiento de la misma. Por el momento, somos gente de Galicia, pero sería ideal poder extrapolar la iniciativa al resto de España. Si alguien está interesado en la Plataforma, nos puede contactar a mi compañera Vanessa o a mí.
En el mismo sentido, pongo en marcha esta iniciativa y me dirijo a los políticos del Parlamento de Galicia para que me lean, tomen en consideración todo lo expuesto y para que me den una respuesta escrita o en forma de encuentro: “Necesitamos visibilidad y recursos. ¡En Galicia somos más de 70.000 afectados!”