Pregunta para Congreso de la República de Colombia

El páramo de Santurbán está en peligro. ¡No a la explotación minera, sí a su protección!

7 personas la han apoyado
7 de350 Apoyos

Mi nombre es Laura Katherine Cañas y soy nativa del Norte de Santander, la región del páramo de Santurbán ubicado en la cordillera Oriental de los Andes colombianos. De generación en generación mi familia ha habitado este territorio y, ahora, escogí mi profesión para defender esta bandera líder.  Soy guía turística y líder ambiental del páramo de Santurbán y, junto a un grupo de guías locales, nos dedicamos a brindar las mejores experiencias en ecoturismo, talleres, avistamiento de aves, turismo inclusivo, turismo rural y agroturismo enfocados siempre en la recuperación, cuidado y protección del medio ambiente.

Vivo en el municipio de Mutiscua en el Norte de Santander donde se encuentra gran parte de este páramo actualmente amenazado por la minería. Nuestros vecinos ya fueron víctimas de la minería; no podemos dejar que nuestro páramo también lo sea. Por esto, es crucial que la licencia ambiental solicitada por la Sociedad Minera de Santander, Minesa para desarrollar un proyecto de extracción de oro, plata, joyas preciosas y otros minerales dentro del área de influencia del páramo sea rechazada.  

Llevamos más de 50 años con contaminación de químicos en nuestros ecosistemas que han resultado en la contaminación del río La Plata y el río Suratá. No podemos dejar que nuestro páramo sea explotado ni afectado aún más. Minesa, minera de la cual el accionista mayoritario es Mubadala Investment Company, grupo empresarial del gobierno de Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, asegura que el proyecto está fuera del páramo de Santurbán y no afectará el ecosistema; sin embargo, el proyecto se desarrollaría en el subpáramo y el bosque andino, ecosistemas cruciales para el páramo, y resultaría en la afectación de las fuentes hídricas del páramo que abastecen 48 municipios cercanos, incluyendo a Cúcuta y Bucaramanga, según Colparques. 

La ANLA ya archivó la licencia porque evidenció que las aguas sí serían afectadas por el proyecto minero. Sin embargo, a principios de este mes el presidente Duque se reunió personalmente con el príncipe heredero de Abu Dhabi, dueño y presidente de Mubadala (accionista mayoritario de Minesa) y el gobierno de los Emiratos Árabes para lo que llamó “oportunidades para inversión y comercio”. Entonces, cómo es posible este encuentro de la misma persona que habló hace apenas unas semanas en la COP26 y organizaciones internacionales sobre la importancia de cuidar la biodiversidad y medio ambiente colombiano? Si las autoridades dicen preocuparse por los páramos de Colombia, ¿por qué están haciendo concesiones con países internacionales y reuniéndose con gobiernos con interés en explotación minera en el país?

Apenas un porcentaje ínfimo de las ganancias de la explotación del páramo se destinarían a la inversión en la región, pues las mineras extraerían y se llevarían la riqueza de nuestro territorio. Mientras tanto, las 1500 familias dueñas del páramo seríamos las encargadas de sufrir las consecuencias y ver el páramo morir día a día. Además, si no tenemos el páramo, los guías de la comunidad no podremos tener trabajo, ni podremos aplicar nuestros estudios de recursos naturales y recuperación del medio ambiente. 

La minería es inaceptable en nuestros páramos porque modifica la topografía y el paisaje, además de alterar el carácter físico, físico-químico y químico en el suelo y subsuelo. Esta práctica ocasiona infertilidad o permite el paso de contaminantes a través del agua, dada la remoción superficial del suelo y la de los materiales de cobertura, y genera taludes que modifican ostensiblemente las formas y las pendientes naturales de las laderas por donde discurren cauces menores. Adicionalmente, la minería cambia el comportamiento mecánico del suelo y evita la formación y acumulación de materia orgánica y el intercambio de gases con la atmósfera, produce contaminantes gaseosos, líquidos y sólidos que de forma directa o indirecta recibirá el suelo, usa hidrocarburos en grandes cantidades (se estima que serán más de 63 millones de litros de ACPM al año), altera la capacidad de regulación hídrica y produce pérdida irreversible de la función del soporte físico de ecosistemas, disminuye caudales y altera el sistema de drenaje natural, altera el nivel freático y de los ciclos hidrológicos, desvía e interrumpe caudales por disposición de estériles, afecta la dinámica de las cadenas tróficas, afecta los hábitats naturales de la fauna y la flora y usa tecnologías de las cuales en el país no existe mayor información sobre sus impactos y riesgos inmediatos y futuros.

Entonces, en vez de explotación minera, el páramo necesita protección y reforestación. Se necesita que el Ministerio de Ambiente tenga en cuenta la comunidad en la delimitación del páramo. Se necesita que la ANLA escuche a los locales cuando se realicen audiencias públicas que se podrían ver afectadas por el proyecto. Se necesita recuperar las zonas explotadas y proteger los ecosistemas sanos. Se necesita sensibilizar a los turistas y guías turísticos para realizar turismo responsable y tener  sistemas de recuperación del entorno. Se necesita hacer campañas ecológicas y poder ver la inversión de los recursos públicos. 

Digamos que no a la minería que amenaza las aguas y riqueza vegetal de nuestro páramo; en vez, conservemos sus ecosistemas y apoyemos a sus comunidades. Necesitamos 350 apoyos para que políticos del Congreso escuchen nuestra voz y no dejen que exploten nuestro páramo. ¿Nos ayudas? Firma y comparte, ¡muchas gracias!

¡Encuéntrame en @GuiateConKat en Facebook !

7 personas la han apoyado
7 de350 Apoyos
Pregunta dirigida a: Congreso de la República de Colombia