Mi nombre es Kira Barragan, madre de Fermín Soberon Barragan, un adolescente de 15 años que fue asesinado brutalmente con puñaladas en todo el cuerpo por un grupo de desadaptados, uno de ellos siendo mayor de edad.

Mi hijo era adolescente y, como tal, estaba en una etapa de desarrollo difícil. Yo no vivía con su padre y, a veces, él se molestaba conmigo y se iba con él. A pesar de esto, mi hijo siempre era buen hermano y buen muchacho. Bastante sociable.

A finales de julio de 2020, mi hermana me propone viajar a Chiclayo para visitar a mi papá, el abuelo de Fermín. Por cuestiones económicas, yo no podía llevar a todos mis hijos a ese viaje, así que solo fui con dos de los menores. Fermín y otro de sus hermanos se quedaron al cuidado de su padre. Yo le dije a Fermín que se cuide, que no estuviera saliendo solo. Él me dijo que no me preocupara, que iba a estar bien.

Yo salí hacía Chiclayo un fin de semana. Todo iba bien hasta que la semana siguiente recibo una llamada. Era el padre de mis hijos que, llorando, me contó que a Fermín lo habían apuñalado. Para mi esto fue un golpe en el corazón, es algo que ninguna madre quiere escuchar. Yo traté de buscar un transporte para volver a Lima, pero ya no se pudo. Recién al día siguiente uno de mis cuñados me trajo a Lima junto a mis hijos y mi padre. Cuando llegué, encontré a mi hijito ya en un cajón. Ya no lo pude ver nunca más.

Hay videos en los que se ve mi hijo parado con un amigo, conversando. En ese momento, vienen tres chicos a buscarlos, parece que quieren empezar una pelea con el amigo de Fermín, aunque luego desaparecen de las cámaras. Testigos del hecho me contaron que uno de ellos sostuvo a mi hijo por la espalda, otro por las piernas y el tercero lo empezó a apuñalar por todo el cuerpo. El amigo de mi hijo, que también fue herido de gravedad, pudo correr hasta la casa de un familiar, donde pidió ayuda a pesar de estar siendo perseguido por el asesino de mi hijo.

Con todas estas evidencias, solo se ha procedido a condenar a la persona que apuñaló a mi hijo, sin tomar en cuenta el accionar de los otros dos tipos, uno de ellos incluso siendo mayor de edad. Además, la condena que le han dado a este chico es una burla para nosotros: solo 3 años y 10 meses por la vida de mi Fermín.

El caso ha quedado ahí, sin moverse. Incluso me han llegado amenazas de muerte por exigir lo que corresponde. Han acusado a mi familia de ser de mal vivir, de ser vendedores de drogas y que mi hijo era un delincuente. Nosotros no estamos buscando venganza, nosotros somos gente de bien. Mis hijos trabajan y estudian, los menores aún en el colegio.

Lo que yo quiero, y exijo, es que este tipo tenga una sentencia ejemplar por haber matado a un adolescente que no le hizo nada, que solo estaba acompañando a un amigo. La condena que tiene no es justa y es una burla a la memoria de mi Fermín.

Necesitamos que se haga justicia por mi hijo, que tampoco queden impunes los otros asesinos. Es por eso que hoy inicio esta campaña a través de Osoigo Perú. Quiero que las autoridades escuchen mi reclamo y pongan atención sobre el caso de mi hijo.

Hoy, necesito de su ayuda. Si esta campaña llega a recolectar 300 firmas, autoridades tendrán que responderme por el caso de mi hijo. Solo tienen que dar click en "Apoyar" y difundir esta historia con todos sus contactos. No voy a descansar hasta que se respete la memoria de mi hijo.