Pregunta para Región de La Araucanía
¿Cuándo se harán cambios para que la atención pública sea más accesible y de calidad para las personas con Fibromialgia y otras patologías inmunológicas?
Mi nombre es Katterina Carrasco, tengo 36 años y vivo en la comuna de Padre Las Casas, Región de La Araucanía. Desde diciembre de 2020 estoy diagnosticada con Fibromialgia y Mesenquimopatía indiferenciada.
Cuando comenzaron mis síntomas pensé que podían estar asociados al COVID, pues estábamos en plena pandemia. Asistí a una consulta con un médico general en el sistema público de mi comuna, sin embargo, el profesional me tomó poco en cuenta y no avanzó mayormente en un diagnóstico. Si bien luego me llamaron para una atención reumatológica en el consultorio, el médico que me atendió tuvo un muy mal trato hacia mí, fue despectivo, desagradable y en ningún caso tuvo la comprensión que uno espera de un profesional de la salud.
Fue solo en la salud privada, pagando altos costos económicos, donde puede recibir mejor atención. En una consulta de urgencia un médico con solo exámenes de tacto y dolor me informó que podría tener fibromialgia, y me derivó con un reumatólogo, que confirmó mi enfermedad.
Hasta hora he continuado mi tratamiento de forma particular. Sin embargo, esto implica un costo económico muy difícil de cubrir para mí, especialmente ahora que estoy por dejar mi trabajo, ya que mi salud no me permite continuar la vida laboral. Hoy mi cuerpo ya no me acompaña para trabajar, y la situación me tiene muy preocupada, pues no sé cómo voy a continuar pagando el servicio de salud particular y los medicamentos que debo tomar, en los que se incluyen antidepresivos, ya que toda esta situación ha afectado gravemente mi salud mental.
Esta enfermedad me cambió la vida en un par de meses, por los dolores a veces ni siquiera puedo peinar a mi hija. Me siento como una anciana a mis 36 años, dependiente e inactiva. En esa situación no puedo dejar de preocuparme por el futuro. ¿Qué pasará a medida que avance mi edad? Ahora ni siquiera podré continuar trabajando para reunir fondos para mi pensión y mi vejez, por lo que pensar en los años venideros y la tercera edad es una preocupación adicional. Me da terror pensar en depender de alguien.
Por eso le pregunto a las autoridades pertinentes: ¿Cuándo se harán cambios para que la atención pública sea más accesible y de calidad para las personas con Fibromialgia y otras patologías inmunológicas? En la Región de La Araucanía y, específicamente, en mi comuna no he sido la única paciente con una mala experiencia de atención. Varios reclamos indican que el trato no ha sido como corresponde, y no se hace nada por mejorar el servicio público.
Las personas con fibromialgia necesitamos que se fortalezca la salud pública para nuestros tratamientos, pues el alto costo de la atención particular es muy difícil de pagar, lo que finalmente implica que no podamos recibir los tratamientos que necesitamos.
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