Pregunta para Senado de México
¿Por qué desde el Senado no se apuesta por ciudades incluyentes para niños con discapacidad?



Mi nombre es Karla Cárdenas, originaria de Guadalajara, Jalisco y mamá de mi más grande amor en la vida, mi hijo Enzo, que llegó a nuestras vidas con Espina Bífida e hidrocefalia. La primera es una condición de nacimiento que no le permitió el correcto desarrollo de su espina dorsal.
Desde sus primeras horas de vida, Enzo ha sido protegido por Dios ya que ha estado en las mejores manos de médicos expertos, que nos han permitido verlo progresar y desarrollarse. Sin embargo he estado en contacto con otras familias que al tener como única opción los servicios del Sector Salud, lamentablemente no cuentan con la misma evolución.
Creo que eso podría solucionarse si desde la Cámara de Senadores y de Diputados de nuestro bello país se pudiera destinar más recursos para capacitar a más médicos y que ejerzan en el sector público y también se brindara la canalización adecuada desde los hospitales públicos a fundaciones que apoyan a este tipo de familias.
Otro punto que me gustaría destacar es que a diferencia de lo que pudiera creerse, en nuestro país aún falta mucha difusión sobre la inclusión de personas con discapacidad. Me refiero a aspectos tan simples como simplificar procesos de inscripción en las escuelas o habilitación de lugares de esparcimiento para nuestras hijas e hijos.
Por eso lanzo la pregunta directamente a las y los Senadores que participan en las comisiones de Derechos de la Niñez y Adolescencia, también de Derechos Humanos y Salud de la LXIV Legislatura del Senado de la República: ¿Por qué desde el Senado no se apuesta por ciudades incluyentes que mejoren la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes con discapacidad?
Para mi, una ciudad incluyente es un espacio en el que vivir con alguna discapacidad no es causante de lástima. En donde existan accesos que faciliten la movilidad de nuestras hijas e hijos; donde hay espacios recreativos diseñados para ellos, y donde existe información suficiente para visibilizar a este sector.
En nuestra familia hemos trabajado mucho en la autoestima de Enzo para que los comentarios o miradas que pudieran causarle algún impacto en sus emociones, los responda con una gran sonrisa.
A pesar de ello, creo que en nuestro país aún nos falta empatía e inclusión. Yo tuve la fortuna de crecer con dos tíos de necesidad diferentes y eso me ayudo mucho cuando Enzo llegó a nuestras vidas. Esa visión me gustaría que llegara a más gente y a más familias con niños que viven con discapacidad.
¿A poco no sería genial vivir en un país con empatía e inclusión? Como sociedad creo que tenemos la responsabilidad de educar, ya sea en casa o escuela, todo lo relacionado con la inclusión y empatía y que se incluya como una materia más del programa educativo, así formaríamos una generación más fuerte y humana que nos ayudaría a crecer como país.
Por eso solicito que me apoyes con tu firma, porque si recabamos mínimo 500 de ellas, desde el Senado de la República recibiremos una respuesta pública en este mismo perfil de Osoigo México.
¡Con tu participación podemos dejarle un mejor mundo a nuestros hijos! ¡Únete y firma!
De verdad, muchas gracias por tu apoyo.
Karla Cárdenas.