Pregunta para Senado de México
Somos #Juntos por Renata, intentamos darle un tratamiento que salve su vida debido a que padece Neuroblastoma, un tipo de cáncer que afecta a menores de 5 años. ¿Cuándo el Gobierno destinará recursos para la pronta detección de esta enfermedad?



Cuando la pequeña Renata tenía 2 años empezó a caminar mal. Nos dimos cuenta de que caminaba solo discretamente mal, ni siquiera era algo que fuera muy evidente, simplemente notamos que algo no estaba funcionando de manera correcta. Cuando la llevamos a revisión, los médicos le mandaron antibióticos porque decían que probablemente se trataba de una bacteria. Entonces, le recetaron mil cosas, todas erróneas, hasta que, finalmente, llegó un día en el que Renata ya no pudo caminar más.
En ese entonces también le daba fiebre y nosotros le hablábamos a su pediatra particular y recibíamos otras recomendaciones que seguían sin dar resultado. Un día le notamos algo en su estómago y le escribimos nuevamente a su pediatra diciéndole que la niña sentía mucho dolor justo en esa parte. No olvidamos que la médica nos dijo que le diéramos un medicamento para los gases.
Cuando Renata dejó de caminar, la llevamos nuevamente con su pediatra ya con muchísimo dolor, y la enviaron con un ortopedista. Aquel ortopedista aseguró que se trataba de artritis séptica y le realizó una intervención para esa enfermedad. Renata tenía solo 2 años y 8 meses de edad. Obviamente no salió nada de eso. La niña estuvo internada durante un mes con su salud mejorando y empeorando a ratos. Pero fue en este momento cuando le empezaron a salir tumores en sus ojos y también un tumor en la cabeza, y lo notamos porque a mi niña se le empezaron a poner los llamados “ojos de mapache”, que es cuando los ojos se ponen muy morados.
Fue muy difícil dar con el diagnóstico que ahora tenemos, este tipo de cáncer llamado Neuroblastoma, suele encontrarse en las pequeñas glándulas ubicadas sobre los riñones (glándulas suprarrenales). Puede desarrollarse en el estómago, el pecho, el cuello, la pelvis y los huesos. Generalmente afecta a los niños de menos de cinco años. En todo este proceso descubrimos que en México, este tipo de cáncer infantil, además de que no se sabe detectar a tiempo, se disemina muy rápido y entonces ya cuando es detectado ya está en un estadio muy avanzado y es difícilmente tratable.
Además, este tipo de cáncer no se cura con quimioterapia; lo elimina, pero no se llega a una sanación o curación. Lo único que hasta ahora ha sido comprobado es que la cura es la inmunoterapia, que solamente hay en Estados Unidos en algunos hospitales y en uno especialmente, en Nueva York, que es el número uno en el mundo para tratar este tipo de cáncer y que es el hospital Memorial Sloan Kettering Cancer Center, (MSKCC), que es, por cierto, impagable. Y también está en Barcelona el hospital San Joan de Deu a donde nosotros hemos acudido para que Renata reciba el tratamiento y que también se está volviendo ya impagable. Este hospital es el único centro médico de Europa que tiene la inmunoterapia.
He escuchado a un par de padres de familia que quisieran llevar la inmunoterapia a México, pero si soy sincera, yo no creo que se tenga la infraestructura, por lo menos en hospital público, para poder llevarla a cabo allá.
En 2016 Renata tomó una inmunoterapia en el Hospital San Joan de Deu, la cual contra todo pronóstico le dio 4 años de remisión con excelente calidad de vida; hoy el mismo hospital nos ofrece un nuevo tratamiento, pero con mayor potencia para una segunda recaída como es el caso de Renata. Después de 4 años de estar en remisión de su primera recaída, ha recaído nuevamente con un tumor en la cabeza, el cual ya fue removido mediante operación y ha iniciado un nuevo ciclo de quimioterapias y radioterapias; sin embargo, estos tratamientos solo son paliativos y con alta toxicidad para su cuerpo, ya que al ser segunda recaída prácticamente no podrán curarla según nos han informado los médicos.
Para poder continuar con todo este tratamiento, en nuestra familia hemos agotado nuestros ahorros, bienes o fondos propios, es por este motivo que creamos una campaña para solicitar el apoyo de nuestra familia, amigos y toda la gente que desee apoyarnos con sus donativos para lograr alcanzar este tratamiento para Renata.
Renata tiene ya 8 años, y desde los 2 años ha pasado por quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula, transfusiones, operaciones, inmunoterapia e incontables días y noches en hospitales.
Creemos que, si en nuestro país hubiera más conocimiento sobre esta enfermedad, si existiera una infraestructura adecuada, si los servicios de salud fueran más accesibles y estuvieran más preparados, los casos como los de Renata pudieran detectarse a tiempo y evitar mucho tiempo, mucho dolor, y un gasto que pocas familias en el mundo pueden solventar.
Es por eso que iniciamos esta campaña, dirigida al Senado de México, para que con su incidencia política y sus acciones directas, destinen más recursos a la investigación, preparación de personal de salud y a los hospitales que pudieran ofrecer tratamientos mejores, para que menos niños pasen por todo lo que Renata, muy valientemente, está pasando.
Por favor, ayúdanos a firmar y a difundir esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si conseguimos 500 apoyos, esta pregunta llegará a políticos de distintos partidos del Senado de México, los cuales nos tendrán qué dar una respuesta en esta misma web.