Pregunta para Congreso de la República del Perú

Tres años sin justicia por el asesinato de mi hija. ¿Por qué el caso no ha avanzado en todo este tiempo?

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Mi nombre es Maximiliana Correa, madre de Marianella Porroa Correa, una joven de 29 años que mataron hace 3 años y aún no encuentra justicia. Yo pertenezco al colectivo Juntxs Perú por Justicia.

Mi hijita siempre fue una mujer independiente. Vivió unos 6 años en Chile, pero siempre venía a Lima de vez en cuando. Era una chica alegre, siempre estaba pendiente de mí y se preocupaba por lo que me pasaba. Se comunicaba conmigo constantemente. Ella tuvo que venirse a Lima porque me tocó hacerme una operación riesgosa. Mientras estuvo acá, ella pudo conseguir un trabajo vendiendo ropa y a la par estudiaba para ser cosmetóloga. Cuando terminó de estudiar, pudo ir a trabajar a diferentes partes de Lima, le iba muy bien. Ella no pensó que su vida estaba por acabarse.

Hace 13 años conoció a su novio. Este tipo siempre fue una persona abusiva y dominante. No dejaba tranquila a mi hija. La presionaba a seguir la relación. Incluso fue a perseguirla cuando ella estuvo viviendo en Chile. Cuando mi hija ya vino acá para cuidarme, yo la veía con golpes, arañones. Ella me contaba que seguía con él por miedo, porque la había amenazado. Sus amigas también me contaban de la actitud de este tipo y también le tenían miedo.

Cuando ella se encontraba conmigo, ayudándome luego de la operación, le llegó una llamada. Era una amiga suya, alguien de quien yo siempre tuve un mal presentimiento, diciéndole que tenía que verla urgente, y nada más que en el departamento de este tipo. Mi hija ya le había hecho saber sus deseos de separarse. Marianella, confiando en lo que le dijo su amiga, decidió ir a su encuentro.

Lo siguiente es una historia de terror que tengo que revivir cada vez que recuerdo a mi hija. Luego de que ella se fue a la casa de este tipo, no me volvió a llamar. Yo estaba preocupada porque siempre se comunicaba conmigo, pero esa noche no lo hizo. Como ella era una mujer independiente, que ya había vivido sola incluso en el extranjero, pensaba que tal vez solo estaba ocupada. Paso la noche y al día siguiente vienen unos familiares a mi casa. Me preguntaron si había visto las noticias y les dije que no porque estaba recién operada, estaba descansando. Fue allí donde me dieron este golpe en el corazón.

A Marianella la encontraron con golpes en el cráneo, además de arañones y marcas en el cuerpo. Parece que ella se hubiera defendido de un atacante, sin embargo, este hombre dice que ella había estado tomando y que se cayó de las escaleras de su casa. Pero, si eso fue lo que pasó, ¿por qué no pidió ayuda? Ni el ni la amiga lo hicieron y el cuerpo de mi hija fue descubierto al día siguiente.

Yo recurrí al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; ellos prometieron ayudarme, pero no he visto ningún avance en su caso. Incluso, el caso de mi hija, que estaba tipificado como feminicidio, lo han cambiado a falta de auxilio. He tenido que ir a todos lados a buscar testigos, a declarar, buscar justicia, pero todo es un barril sin fondo. Lo que más me dio asco fue cuando me dijeron que por qué no había controlado a mi hija, que no debí haberla dejado salir, pero ninguna mujer debería sentir peligro al salir. Además, ella ya tenía 29 años, era independiente y había vivido en otro país.

La ineficaz justicia peruana archivo el caso y tuve que apelar para volverlo a abrir. Ahora está siendo tratado por otra abogada que sí me viene ayudando, pero que se esta encontrando con los mismos obstáculos ridículos que nos han planteado antes. El caso de mi hija se sigue enfriando y no se puede quedar así. Ya son hasta 6 abogados que lo han visto y ninguno me ha sabido dar respuestas. Estoy traumada, me siento vacía porque me falta mi hija. Sé que también es el caso de otras madres y por eso quiero iniciar esta campaña, para que el Estado que dice defendernos tome cartas en mi caso y el de todas las mujeres asesinadas.

Hoy, necesito de tu ayuda, porque si consigo 300 firmas en el portal de Osoigo Perú, las autoridades tendrán que poner atención a mi caso y de una vez por todas ponerse a trabajar para acabar con la violencia y las injusticias en contra de las mujeres peruanas. Solo necesito que des click en “Apoyar” y me ayudes a difundir esta campaña con tus contactos en WhatsApp y todas tus redes sociales. No voy a descansar hasta que el crimen de mi hija sea resuelto.

60 personas la han apoyado
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Pregunta dirigida a: Congreso de la República del Perú