Mi nombre es Juan Pérez y junto con mis amigos creamos Ayuda social Perú con el propósito de ayudar a las personas pobres y crear una sociedad mejor. Hace unos meses comencé a viajar fuera de Lima porque aquí siempre llega ayuda, pero en provincia es mucho más difícil. En Huancavelica existen 18 centros poblados y 32 anexos en los cuales no hay un sistema de salud eficiente para poder atender a los niños con discapacidad y a los habitantes en general. No hay médicos, medicina, equipos para exámenes, entre otras cosas esenciales para poder atender a los pobladores. 

En el centro poblado San Pablo de Occo vive la niña Sheyla, ella nació con una malformación en la mano la cual hoy en día con 8 años de edad no le permite agarrar el lápiz para escribir, limitándola también a poder estudiar. Su papá la ha llevado a la posta médica de la comunidad, pero solo le han dicho que ella tiene discapacidad, no le han dicho que exactamente tiene, ni cómo tratarla y mucho menos lo han ayudado para que la niña lleve terapia y pueda estudiar cómo debería. Lo único que ha pasado es que, al tener tanto tiempo sin poder mover la mano, otros huesos de su cuerpo también se están malformando. 

Esta falta de atención medica no solo es injusta, sino que también limita a muchas personas que puedan desarrollarse en varios aspectos de su vida. Así como Sheyla, también hay casos de bebés que no están inmunizados y mueren de neumonía, niños con retraso de crecimiento cuyo desempeño escolar y aprendizaje se ven afectados, adolescentes que no puede acceder a servicios de planificación familiar y se ven forzadas a abandonar una parte de su vida. Sin una buena salud, los niños no pueden ir a la escuela y aprender, los adultos no pueden trabajar para contribuir a sus hogares y su economía se ve afectada sin ingresos. 

Es por eso que necesitamos que en los centros poblados y anexos de la ciudad de Huancavelica se implemente una atención medica de calidad, que haya doctores de manera permanente y no solo uno que va una vez por semana, también se necesitan medicinas, equipos de laboratorio, kits de aseo, ambulancias y espacios e implementos para que los niños con discapacidad puedan llevar terapia. Es necesario que en estos lugares alejados haya profesionales de salud comprometidos a ayudar a la gente, porque ellos al no tener muchos conocimientos necesitan doctores con mucha paciencia para que les puedan explicar sobre las enfermedades y tratamientos.

¡Necesitamos el apoyo de todos y todas! Si reunimos las firmas necesarias, las autoridades nos darán una respuesta en Osoigo. Firmemos y difundamos porque los niños, niñas adolescentes y adultos puedan tener una salud de calidad.