Soy Juan Pablo Ghiringhelli, trabajo en la UCI Covid del Hospital Naval. Soy anestesiólogo y con frecuencia me dedico a la anestesia obstétrica, administrando la epidural o raquídea a pacientes embarazadas.

Cuando llega una paciente embarazada contagiada por Covid a la UCI, es chocante porque en el fondo son dos personas que están sufriendo por una patología que se podría haber prevenido.

Hace pocas semanas recibimos a una paciente intubada de 4 días de post parto. Se había contagiado de Covid en la semana 33 de gestación. Aguantó hasta que la semana 35 empezó con dificultades respiratorias graves, por lo que le hicieron una cesárea y después la intubaron. Perdió el proceso de apego y todavía no conoce a su bebé. Otra mujer embarazada, con 22 semanas de gestación, está resistiendo intubada a un ventilador mecánico. Si los latidos de su guaguita se empiezan a apagar, es prácticamente imposible que pueda sobrevivir fuera. Estos casos se podrían haber prevenido con vacunación temprana.

En Estados Unidos, por ejemplo, las embarazadas se pueden vacunar independiente de la edad gestacional. Mientras que en Chile el 26 de abril se comenzó a vacunar de manera oficial a embarazadas contra el SARS CoV2, pero solo a quienes tienen más de 16 semanas de edad gestacional, por lo que van a tener inmunidad recién en la semana 22, en el mejor de los casos. Es decir, pasan más de la mitad del embarazo desprotegidas, lo cual es gravísimo porque tienen varios cambios fisiológicos desde el segundo trimestre, que las convierten en población de riesgo: requieren mayor consumo de oxígeno y sufren cambios respiratorios, entre otros.

Además, las embarazadas contagiadas de Covid tienen más posibilidades de sufrir preeclampsia en comparación como una embarazada sin Covid, 5 veces más riesgo de admisión a la Unidad de Cuidados Intensivos, son 7 veces más difíciles de intubar, tienen 22 veces más riesgo de morir y son 2 veces más propensas a tener un parto prematuro. A su vez, aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad neonatal.

En lo que va del 2021 se estima que una mujer embarazada muere al mes por Covid. Es por esta razón que no se entiende la política de esperar hasta las 16 semanas de gestación para vacunarlas. Poniendo este límite lo único que se logra es que las embarazadas duden sobre la eficacia de las vacunas.

Por eso me gustaría preguntarles a las autoridades pertinentes ¿Por qué no ampliamos la vacunación a embarazadas independiente de la edad gestacional y eliminamos el límite arbitrario y sin sentido de las 16 semanas? Especialmente las embarazadas, por su condición de población de riesgo urge que tengan un esquema de vacunación más precoz, independiente de la edad gestacional. 

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