El fin primordial de las políticas deportivas, entiendo que es la promoción y difusión de la actividad física y el deporte, reglado o no, en todos los sectores de la población. Y todo ello se consigue gracias a las personas que de una u otra manera, hacen que esto sea posible.

Ya sean deportistas, entrenadores, monitores, árbitros, responsables de instalaciones, federativos o los propios dirigientes de los clubes, obtienen una remuneración aunque desgraciadamente hoy no es abundante y ni mucho menos, en la mayoría de los casos, digna.

Al lado de los propios actores del deporte, se construyen equipamientos deportivos, con empresas ya especializadas en todas las partes que integran el propio complejo.

Y también, promocionando al deporte, existen multitud  de eventos y organización de competiciones que hacen que sean necesarias desde la empresa de cronometraje, a la investigación, desarrollo o innovación de la ropa y diferente material deportivo o el imprescindible "sector servicios", que todos hacen que se puedan organizar competiciones o eventos deportivos.

Desde el Gobierno del Principado, a través de las subvenciones a clubes, escuderías o las propias federaciones asturianas, intentamos que sea más fácil para todos que esto sea así. Aunque soy consciente que en estos momentos, no son muy numerosas. En la Consejería de Economia y Empleo (con el Idepa, por ejemplo) pueden las nuevas empresas que se crean en Asturias, obtener información de posibles ayudas en el futuro.

Pero no cabe duda, que hoy más que nunca, el deporte puede y debe crear puestos de trabajo.