Pregunta para Región Metropolitana de Santiago

¿Qué se está haciendo para que haya justicia y reparación para todas las víctimas de trauma ocular y para garantizar que estos abusos no se vuelvan a repetir en Chile?

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José Amaro Pregunta de José Amaro

Soy José Amaro (53), víctima de trauma ocular. Mientras estuve hospitalizado escribí parte de lo que viví la noche del 1ro de agosto de 2020 en unos versos espontáneos:

...Voy llegando a Tobalaba, 
está desatada la pelea, 
los militares arrojando piedras,
toman detenido a un muchacho, 
como lo golpean, 
«No le sigan pegando», 
«Alto, no estamos en guerra, 
¿Si ya lo detuvieron, por qué tanto le pegan?» 
comienzan los perdigonazos, 
la gente está corriendo, 
los militares se repliegan...

En esa fecha yo cuidaba a una persona en situación de discapacidad, había terminado de trabajar e iba a pasar a ver a una amiga que estaba enferma antes de irme a casa. Iba en bicicleta por el bandejón central de Av Grecia, y media cuadra antes de llegar a Tobalaba, quedé atrapado en medio de una protesta.

Elementos contundentes iban y venían. Fui testigo de cómo los militares tomaron detenido a un joven y lo golpearon de forma desmedida en su tórax, espalda, estómago y cabeza. Pensé que lo iban a matar. Les grité: “Ya lo tienen detenido, súbanlo al camión, dejen de pegarle”, entre garabatos que iban y venían. También les dije que había sido soldado conscripto (1987-1989), y que el juramento que había hecho a la bandera era para defender la patria, no para atacar a la gente, porque no estábamos en guerra, como había dicho el que está en La Moneda.

Al rato después, los militares hicieron tres o cuatro barridas, yo me aparté y me quedé parado con la bicicleta entre las piedras, esperando que pasara la manifestación para seguir mi camino, cuando vi a un militar que estaba haciendo puntería conmigo. Lo único que sentí en ese momento, fue el impacto en mi cara.

Salí pedaleando zigzagueante. Vi de reojo que los militares venían corriendo, así que aceleré la marcha hasta perderlos. Luego me tiré al suelo, donde la gente se acercó a ayudarme y limpiar la sangre. Me llevaron al Sapu La Faena en Peñalolén, ahí trataron de tranquilizarme y me derivaron al Hospital Dr. Luis Tisné Brousse.

Tres balines me impactaron. Uno en el ojo derecho, otro en el tabique de la nariz, y el tercero en el labio superior, el que me sacó un diente, que aún me falta. Estuve siete días hospitalizado, periodo en el que me llevaron a la Unidad De Tratamiento Ocular, en el Hospital del Salvador. No se me reventó el globo ocular, pero tuve un trauma severo. A pesar de la operación, no veo nada, tengo el ojo rojo y la pupila hacia arriba. Uso una prótesis, pero no siempre porque me molesta. Actualmente estoy en tratamiento psicológico y psiquiátrico, tomando medicamentos.

El Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO), es un programa deficiente porque las profesionales son buenas, pero están sobrepasadas. La psicóloga está con licencia y la asistente social saturada con tanto trabajo. Tienen que haber más profesionales dedicados a atender a las víctimas de trauma ocular, las que continúan aumentando porque se siguen sobrepasando con la fuerza. Está el caso reciente del joven mapuche, Cristián Millapan.

Judicialmente hablando no hay avances. En mi caso hay una querella hecha por la municipalidad de Peñalolén contra quien resulte responsable de mi ataque, otra contra el intendente de Santiago, Felipe Guevara y otra contra el Presidente, Sebastián Piñera.

Lo que pedimos es que exista real justicia, es decir, que se encuentren a los culpables y que efectivamente queden en la cárcel.  También reparación, que tengamos garantizada la salud e indemnizaciones para nosotros y nuestra familia. En mi caso, mi hija quedó muy afectada con lo que me pasó. Además, muchas de las víctimas de trauma ocular estamos cesantes y con la pandemia es aún más difícil la situación laboral. Nos quitaron un ojo, no es menor, a algunas les quitaron los dos.

Necesitamos saber qué medidas están tomando nuestras autoridades y representantes políticos, para que exista justicia y reparación para todas las víctimas de trauma ocular y para garantizar que estos abusos no se vuelvan a repetir. 


Para lograrlo necesito el apoyo de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos 250 apoyos, esta pregunta llegará a los políticos que nos representan y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdame haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo, por todas las víctimas de trauma ocular.


 

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