Mi nombre es Jheinser Pacaya, tengo 26 años, soy gay y activista por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ desde que tengo 17 años.

Yo soy natural de Iquitos. Allí, mi etapa escolar fue muy dolorosa. El bullying de parte de mis compañeros era constante. Veía y sentía que todo lo que me hacían era solo por mi orientación sexual, por el hecho de ser gay.

Por eso, cuando cumplí los 16 años y terminé el colegio, me mudé a Lima. Fue aquí donde conocí el Festival de Cine LGTB+ de Lima. Me metí de lleno a todo lo que era la gestión cultural y, a partir de esto, pude conocer a mucha gente que estaba ya involucrada en el activismo de derechos para la comunidad, así como temas de inclusión.

Ahora, a través de mi trabajo haciendo campañas de prevención del VIH, he podido evidenciar la violencia que sigue existiendo hacia las personas LGTBIQ+. La misma pandemia ha revelado un sistema de salud que ya para la comunidad era precario y discriminador. Ellxs se han visto afectadxs porque no reciben o no les dan la atención debida solo por su identidad.

Las personas de la comunidad LGTB+ prefieren quedarse en casa, e incluso llegar a morir, que atenderse en un sistema de salud que lxs violenta y no reconoce su identidad. Por ejemplo, muchas de las personas trans fallecen a temprana edad porque evaden los centros médicos porque son lugares donde se sienten atacadxs. Las lesbianas y gays también deben tener una atención especial de acuerdo a su orientación. No puede suceder que los profesionales de salud den diagnósticos solo según sus creencias conservadoras.

Podríamos avanzar mucho en este aspecto si utilizáramos la educación con enfoque de género desde la escuela. Es una deuda que tiene el Estado y desde hace dos años venimos luchando para que pueda ser implementada. Yo empecé en el activismo justamente por el bullying homofóbico que sufrí en la escuela. Hay muchos niñxs que pasan por esto y que van a seguir pasando por esto.

Las personas LGTBIQ+ vamos a tener que seguir luchando para sobrevivir. Nos siguen violentando por el simple hecho de nuestra orientación sexual. Parece que nos quieren erradicar de la sociedad. Un ejemplo es que cuando se propuso la Ley Contra los Crímenes de Odio fue rechazada por el pleno del Congreso.

Es por eso que hoy emprendo esta campaña, para exigirle al Estado peruano que lleve a cabo acciones concretas para acabar con la discriminación y proteger la integridad de las personas que pertenecen a la comunidad LGTBIQ+. No es posible que sigamos muriendo por la indeferencia y discriminación del país en el que somos ciudadanxs.

Para lograr que mi voz sea escuchada, necesito de tu ayuda. Si esta campaña logra las 300 firmas en el portal de Osoigo Perú, las autoridades tendrán que prestarnos atención y ponerse a trabajar en un plan para no dejarnos desprotegidos. Solo tienes que dar click en “Apoyar” y ayudarme a difundir con tus contactos de Whatsapp y otras redes sociales. Juntxs somos más fuertes.