El Senado en mi opinión, es el resultado del trabajo de cada senador o senadora. La experiencia adquirida me dice que puede ser una cámara viva, ágil y útil. En mi caso puedo decir que he formulado más de 3000 preguntas y he impulsado numerosas iniciativas que afectan directamente a la ciudadanía, a personas reales y concretas, a colectivos con los que he estado como los trabajadores de la Fábrica de Armas de A Coruña, los vecinos y vecinas, etc. Creo que el Senado es una Cámara útil y que lo puede ser más si se toman medidas para ello.

Es cierto que con frecuencia se critica al Senado pero creo que en ocasiones es con el ánimo de lograr un buen titular. Quiero insistir en la idea que en el Senado se puede realizar un trabajo útil para la ciudadanía, que repercuta en la calidad de vida, el bienestar y la resolución de los problemas ciudadanos. Por ejemplo, defendí la moción del problema de Alcoa y su repercusión provocó que el Gobierno repitiese la subasta con nuevos criterios, y que, en consecuencia, tuvo repercusiones reales sobre los trabajadores de Alcoa. Hice propuestas porque no entendía que, pescando en aguas de Galicia, hubiese que poner en las conservas Made in Portugal y ahora el Gobierno, gracias a iniciativas como esta, está recapacitando. Estuve trabajando en la comisión de personas desaparecidas sin motivo aparente y conseguimos aprobar medidas que, después, el Gobierno impulsa para que esta problemática se solucione.

Yo me presento para contribuir a que sea Senado útil, para desarrollar al máximo sus competencias, para darle todo el empuje necesario. Es más, creo que se deben potenciar algunas de sus funciones. Propongo que el Senado tenga mayor capacidad de veto del que tiene en la actualidad y que sea el lugar en el que se prioricen las leyes orgánicas, aquellas que tienen que ver con las comunidades autónomas, como la ley de financiación. En todos los países democráticos en los que hay una estructura territorial como la de España existe el Senado. En Francia, en Inglaterra, en Estados Unidos existen cámaras en las que los territorios son capaces de organizarse y hablar. La cuestión es cómo se elige a esos senadores. Yo apuesto por que se elijan en circunscripciones más pequeñas para que haya una relación más directa con los votantes.

Aunque algunos denigran el Senado, lo cierto es que la elección a la Cámara Alta es mucho más progresista y está más adaptada a las nuevas demandas sociales que la del Congreso. Porque la elección al Senado se hace con listas abiertas, por lo que no importa el lugar de la candidatura que uno ocupa sino el candidato. Los coruñeses pueden elegir a quién votar ocupe el lugar que ocupe. Pueden votar al 1, al 2 o al 3; pueden votar a un candidato de cada partido o pueden votar solo a un candidato. Solo tienen que marcar una “X” en la casilla del candidato que quieran. Son las listas abiertas que todos proponemos para el Congreso y que ya existen en el Senado. Creo firmemente en este sistema, porque cada coruñés vota a su candidato, al margen incluso de preferencias políticas. Y yo tengo confianza en que los coruñeses reconozcan mi trabajo y mi compromiso.