Pregunta para Congreso de la Ciudad de México
Violentar a l@s niñ@s por un proceso de separación debe de ser considerado un delito. ¿Qué hacen las autoridades para salvaguardar la integridad de niñas, niños y adolescentes que quedan en medio de procesos de separación?



El pasado 21 de junio de 2021 un grupo de 9 personas que pertenecían supuestamente a una institución de seguridad, irrumpió violentamente a la casa de Héctor Ávila, en Ciudad de México, y se llevó a sus dos pequeñas hijas de 6 y 3 años de edad.
En un video compartido por Ávila en redes sociales y medios de comunicación se observa la forma en la que hombres y mujeres armadas entraron al departamento donde vivían las dos niñas junto con su padre y su abuela, y después de envolverlas en cobijas se las llevaron de manera violenta y no conforme al debido proceso, para ser trasladadas luego en un auto particular. Adicionalmente el grupo armado se las entregan a la mamá y al hermano de la mamá que tenían denuncia penal en su contra por maltrato hacia las menores.
Este episodio fue el resultado de un proceso de juicio familiar por la custodia de estas dos niñas. La expareja de Héctor Ávila y madre de las dos niñas, decidió separarse de él a finales de 2019.
Así pasaron casi dos años en los que sus hijas le relataron vivencias de acoso, abandono y descuido que vivieron durante esos meses pasados. Por estas razones, Héctor Ávila mantiene procesos legales en contra de su expareja y también contra uno de sus hermanos, tío de las niñas. Sus hijas le han relatado que pasaban por maltratos cuando estaban con su mamá; ya que no se hacía cargo de ellas y las dejaba al cuidado del tío que las amedrentaba y las obligaba a jugar a las escondidas con él y las asustaba. Las niñas se refieren a juegos que las asustaban y que les causaban miedo. La abuela las tenía en un negocio de pastelería donde obligaba a la niña mayor a trabajar en el negocio. Y a la más pequeña la tenía dormida en cajas de cartón. “Si se portaban ‘mal’ la abuela las encerraba con un perro para que el perro las mordiera. Todo esto está en videos y el juez no ha permitido que las niñas hablen y den su versión de las cosas y digan con quién quieren vivir. Asimismo, el juez no ha permitido que a la familia que maltrataba a las niñas se les haga un examen toxicológico para corroborar que son adictos al alcohol y a otras sustancias psicotrópicas”, relata Ávila.
Es decir que se está favoreciendo a una de las partes implicadas y que no se está favoreciendo los intereses superiores de las 2 menores. Que es salvaguardar su integridad, su estado de salud físico y psicológico y que puedan llevar una vida feliz donde nadie las obligue a trabajar o abusen de ellas de manera psicológica o física.
Héctor Ávila confiesa estar pasando por un proceso lleno de irregularidades, incluyendo la forma en la que le arrebataron a sus hijas. Además, asegura que un perito de la policía ha investigado que el grupo que entró a su casa a quitarle a sus hijas es inexistente. El expediente es el número 2021/2019, en la secretaría de acuerdos ''A'', en el juzgado 36 de lo familiar, en la Ciudad de México. El juez que lleva este caos es el Lic. Edgar Enrique Vasconcelos Martínez de la Vega.
Por ello, lanza esta campaña de difusión, para pedir apoyo al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, al Tribunal superior de Justicia Federal; al Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México; al consejo de la Judicatura Federal para recuperar a sus hijas. Y hacer un llamado también a las autoridades del Congreso de la Ciudad de México, para que escuchen su voz y que legislen en favor de las niñas y niños que estén en situaciones parecidas a la de sus dos hijas.
Entre todos podemos ayudar: si recogemos 500 firmas en esta petición, los representantes políticos tendrán que responder en la página de Osoigo. Y si se difunde este testimonio con entre contactos de WhatsApp y redes sociales, más personas lo podrán compartir y respaldar.
¡Muchas Gracias!