Pregunta para Congreso de la República del Perú
Firma ahora para implementar la aplicación del enfoque emocional en la educación de niñas, niños y adolescentes



Mi nombre es Gaby Benavides. Soy educadora de profesión y vocación, estoy enamorada de la educación y lo que significa en la vida de las personas y de la sociedad. Tengo amplia experiencia trabajando con la ‘Disciplina Positiva’. Este método me ha ayudado a encontrar nuevas formas de aproximarme a mis alumnos y alumnas, con un enfoque más empático y acorde a sus necesidades.
A partir de este trabajo es que he podido comprobar que no hay mejor aprendizaje que el que se hace desde la emoción, desde el humor y de la diversión. Además, también he comprobado que aún siguen vigentes métodos de enseñanza obsoletos, que dificultan el correcto desarrollo de niños, niñas y adolescentes y que tiene una repercusión clara en la sociedad que se está formando en nuestro país.
Se ha descuidado de sobremanera la importancia de las emociones y los sentimientos en el sistema educativo peruano, produciendo estudiantes sin empatía y, posteriormente, adultos sin conciencia comunitaria. La neurociencia nos ha demostrado que los efectos que los tratos tienen en edades tempranas influyen mucho en el desarrollo de una persona.
Tenemos que educar a los niños y niñas en emociones. ¿Qué significa esto? Que sean capaces de regularlas y expresarlas. Por ejemplo, el vocabulario emocional con el que cuentan es muy pobre: no pueden ponerle nombre a lo que sienten. Esto se debe a que nosotros, como adultos, tampoco somos capaces de hacerlo y enseñarlo.
Es necesario implementar cursos y capacitaciones en educación emocional desde la escuela. Un curso que ayude a niños y niñas a reconocer sus emociones para poder acompañarlos y guiarlos. También deben existir escuelas de padres donde se enseñe a reconocer y validar las emociones de sus hijos, lo mismo con los docentes. Que estos últimos también tengan la capacidad de tomar en cuenta el lado humano de la educación.
Implementar estos cambios referidos a la educación emocional va a tener efectos positivos como sociedad. Podemos ser personas que no piensan solo en su beneficio propio, sino una sociedad más empática y cohesionada, al mismo tiempo que nos permiten romper patrones y ciclos de violencia. No solo uno se debe capacitar académicamente, sino también en salud emocional y salud mental.
Tú también puedes sumarte al cambio. Súmate a la campaña que he iniciado junto a Osoigo Perú para que la educación emocional de niños, niñas y adolescentes tenga el papel que merece dentro de la agenda pública.
Para ayudar solo tienes que hacer click en “APOYAR”, llenar el formulario o firmar con tu cuenta de Facebook. Si logramos reunir 300 firmas, esta pregunta tendrá que ser respondida por las autoridades competentes a través de esta plataforma. ¡Juntos y juntas podemos crear una sociedad más empática y consciente!