Pregunta para Senado de Chile

Necesitamos más agilidad en la discusión legislativa medioambiental: Es urgente que todos los proyectos forestales se sometan a una evaluación de impacto ambiental

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Somos la Fundación Plantemos Nativo, una propuesta social de recuperación territorial que nació el 2019 para fomentar la revalorización y restauración de ecosistemas terrestres arborizando con flora nativa.

El arbolado nativo esclerófilo tiene una característica muy especial, su resiliencia al estrés hídrico. Estos “súper árboles” están presentes en pocos lugares en el mundo, entre ellos Chile. Además, los bosques nativo nos prestan un servicio ecosistémico, ya que brindan alimento a la flora y fauna, y cumplen un rol fundamental en la regulación de la temperatura y del ciclo del agua.

Cuando deforestamos la flora nativa, no solo estamos restando alimento a la fauna que compone nuestro hábitat y nos acompaña en esta isla geográfica llamada Chile, sino también arrasamos con nuestro patrimonio natural y perdemos nuestra identidad.

Necesitamos ponernos a tono con las necesidades globales y contribuir para contener la emergencia climática terminando con la extracción indiscriminada de recursos naturales que daña el medio ambiente. Chile tiene que legislar y otorgar derechos a la naturaleza, es momento de hablar de ella como sujeto de derecho.

La industria maderera, si bien es necesaria, tiene muchas malas prácticas que urge erradicar como la sobreexplotación y la deforestación de bosque nativo. Hay legislación vigente que aborda la protección de distintos ejemplares de arbolado nativo endémico, sin embargo, falta mejorar en la fiscalización para que ésta se cumpla.

En marzo de 2020 la Contraloría General de la República emitió un dictamen declarando la ilegalidad de los planes de manejo de tala de bosque nativo con fines agrícolas, aprobados por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) desde el año 2008 hasta ese momento. Estos permitieron el reemplazo de más de 22 mil hectáreas de bosque nativo por cultivos agrícolas destinados principalmente a la exportación y sin reforestación. En febrero de 2021 la Corte Suprema se sumó a la Contraloría con un fallo que reforzó la posición que cuestiona el manejo de bosques nativos. Hoy estamos en un punto de inflexión y ante la oportunidad de mejorar nuestra legislación en torno a estos temas para que la fiscalización no sea de forma tardía sino oportuna.

Hay una iniciativa de ley que fue ingresada al Senado el 2018 y que inicialmente tenía el objetivo de incluir dentro del listado de las actividades que deben someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, establecidas en el artículo 10 de la ley N°19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, a todos los proyectos de desarrollo o plantaciones forestales, sin importar los suelos o terrenos en que se encuentren.  

La norma fue aprobada en la Comisión de Agricultura, sin embargo sufrió un cambio importante: Solo los proyectos forestales superiores a 250 hectáreas deberán someterse a evaluación de impacto ambiental. Durante la discusión “especialistas” y actores implicados sugirieron que sería complejo para los pequeños propietarios cumplir con esta condición dado el costo de los estudios de dicho sistema. 

Cuando las normas se modifican y siguen sin resolver el problema, da cuenta de que los parlamentarios no tienen idea de lo  que hacen. Nos preguntamos cuánto se embolsaron quienes hicieron la sugerencia, y cuándo se va a priorizar el costo medioambiental para todos nosotros por sobre el costo del bolsillo de los privados. Los bosques deben estar  solo en tierras de secano no aptas  para  el cultivo humano o animal y sólo plantaciones de especies nativas, esa debería ser la regla general.

En nuestro país se reguló por primera vez la extracción y producción de bosques el año 1931, a través de la denominada "Ley de Bosques". Luego de eso, nuestra normativa en materia de bosques y especialmente en materia de bosque nativo ha sido escasa y muy lenta. La Ley vigente tuvo una tramitación de 16 años en el Senado. No podemos esperar más, necesitamos que las autoridades legislen a favor de la naturaleza ahora. Es vergonzoso que no tengamos una ley robusta al respecto; la explicación de esto es el intenso lobby extractivista normalizado por décadas por los gobiernos.

Te invitamos a visibilizar este tema. Si conseguimos 500 apoyos recibiremos una respuesta de las autoridades en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo por nuestros bosques nativos.

 

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Pregunta dirigida a: Senado de Chile