Soy Francisca Cortés, tengo 29 años, soy lesbiana parte de la comunidad Lgtbq+ y me identifico con el estilo tomboy. Actualmente soy emprendedora y activista por los derechos de la comunidad Lgtbiq+.

Viví mucha discriminación desde pequeña solo por el hecho de ser diferente y amar a una persona de mi mismo sexo. A los 18 años decidí “salir del closet”, como se dice, aunque podría haberlo hecho antes, pero notaba que las personas a mi alrededor no estaban listas para aceptarme.

A los 19 años pensé en quitarme la vida. Sentía que no podría existir en un mundo donde siempre me iban a discriminar, y el dolor de no poder ser yo misma era muy grande. Sin embargo, decidí vivir porque quería un cambio, y empecé a contar mi historia y a ayudar a otros jóvenes que estuvieran pasando por lo mismo.

En ese proceso, decidí sacar de mi vida a las personas que no me aportaban y tuve que hablar con mi familia y amigos para explicarles de la manera más sencilla: Como tu amas, yo amo; como tu sientes, yo siento; como tu quieres volar, yo también quiero, pero siento que cortan mis alas al no aceptarme. No quiero vivir silenciada, si me permites hablar puedes entrar en mi mundo y darte cuenta de que no es malo lo que estoy haciendo, lo que vivo y siento.  

La mayoría de comunidad Lgtbiq+ sufre una gran presión social y psicológica, y algunos no ven salida, se ahogan y deciden no seguir viviendo, entre ellos un amigo muy cercano. Por eso es un tema muy urgente, de vida o muerte. En necesario educar para que no exista más discriminación.

Mucha gente me llama para hacer charlas sobre este tema desde mi experiencia personal, y también hay jóvenes que se acercan a mí para que les ayude a enfrentar este proceso. Por eso sé que es muy importante educar a las personas sobre las disidencias sexuales y de género desde la infancia, para que puedan entender, aceptar y respetar. Así la historia sería diferente, y bajaría la tasa de suicidios de la comunidad Lgtbiq+. Es sentido común. En Chile falta educación y cultura para que todos podamos expresarnos libremente.

Hace poco presenté en el municipio del pueblo donde nací, Doñihue, Región de O'Higgins, un plan para educar sobre este tema, pero me dijeron que no podrían incluirlo si no está autorizado desde el gobierno. Es una lástima sentir que la sociedad intenta avanzar en inclusión, pero el gobierno pone obstáculos. Estamos en el siglo 21, si quienes dirigen el país tienen la mente cerrada nunca vamos a llegar a un consenso.

Es importante entender que esta es una causa de todos y todas, no solo de la comunidad Lgtbiq+, y que es urgente educar en todo tipo de establecimientos educacionales para que vivamos en una sociedad que entienda y respete a todos sus integrantes sin discriminación.

Es por esto que le preguntó a las autoridades, por qué no hay educación sexual integral en los colegios, para que los niños y niñas desde el entender puedan respetar.

Te invito a que visibilicemos este tema. Si conseguimos 250 apoyos recibiremos una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo para que avancemos la educación sexual integral que salve vidas. 

Seamos un libro abierto para generar confianza en los demás. El derecho a vivir es de todos, la ropa es para el closet, uno no tiene porque quedarse ahí toda la vida por miedo al rechazo, por miedo a la discriminación, por miedo a la sociedad.