En primer lugar quiero disculparme por el retraso con el que contesto. Por una parte, el jueves llegué bastante tarde a casa; por otra, las preguntas me llegaron ya en la madrugada del jueves al viernes. Finalmente, este fin de semana tenía asuntos familiares que atender. Por fin, a las once de la noche del domingo puedo contestar!! 
 
No creo que la prosperidad sea incompatible con el respeto al medio ambiente, de la misma manera que no creo que tampoco deba serlo con los derechos laborales, o muchas otras cosas. No estamos hablando de un asunto menor. Se ha minimizado interesadamente el riesgo de estas técnicas de prospección, de la misma manera que se han ocultado datos relevantes. Por ejemplo, gracias a Greenpeace supimos en Málaga -donde hay amenaza real de búsqueda de gas a diez kilómetros mar adentro de la Costa del Sol- que Repsol ha protagonizado más de 6.900 vertidos en los últimos cuatro años por todo el mundo. Muy curioso!!
 
Por lo tanto, cuando en Málaga -mi provincia- nos oponemos a las prospecciones, lo hacemos con el argumento de los riesgos. Queremos conocer los riesgos, y ponemos encima de la mesa la idea de que la prosperidad de unos pocos -básicamente, los directivos y accionistas de Repsol- no puede conseguirse con la amenaza al empleo de cientos de miles de personas que en Málaga viven del turismo. No estamos en contra de la prosperidad, si es limpia y se distribuye entre todos. Sí que estamos en contra de la prosperidad de unos pocos a costa de la vida de muchos miles de personas y de la agresión al entorno en el que vivimos.