Hola, soy Endika Santamaria, y como todos sabéis, este sábado era nuestro día. Sevilla iba a presenciar uno de los encuentros más importantes de la Real Sociedad en lo que va de siglo: la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club.

Uno no puede evitar acordarse del enorme esfuerzo que ha tenido que hacer el equipo para estar donde está, años en los que ser de la Real Sociedad era complicado, con un equipo que hace 10 años soñaba con ascender de una vez a Primera División. Permanencias en la última jornada, aspiraciones europeas hasta el último suspiro… La Real es un equipo que nos ha dado ese ‘plus’ cada día de nuestra vida.

Y ahora, en medio de una pandemia mundial provocada por el coronavirus, nuestra primera final de los últimos 33 años se encuentra paralizada, sin saber cuando ni donde la disputaremos.

La salud y la precaución son pilares fundamentales, pero uno no puede evitar pensar lo siguiente: Cuando todo esté más tranquilo, ¿no sería mejor que la final de Copa, al ser entre dos clubes vascos, se dispute en Euskadi?

La única fecha que por ahora “cuadra” y que encaja en el calendario es el 5 de agosto. La pega es que sería en Sevilla, una ciudad donde, si ya de por sí se pasa calor, en esas fechas no me lo quiero imaginar. Con esta y muchas más dudas que revolotean por las oficinas de la Real Sociedad, Jokin Aperribay no quiere descartar una final ya sea en San Mamés o en Anoeta. 

El propio presidente afirmó que “si me das a elegir para esa fecha, en agosto, entre Sevilla o jugarla aquí, elijo sin duda jugarla en Bilbao o San Sebastián”. No sólo por la fecha, sino que además los jugadores y los propios aficionados – de poder acudir al partido – evitarían de esta manera un desplazamiento de entre 800 y 900 kilómetros para disputar la final en el Estadio de la Cartuja. Como ya he comentado, ante todo, la salud es lo primero.

Con estas palabras, lo que quiero decir es que tal vez no sería mala idea si se pensara en otra y se disputara ya sea en San Mamés, Anoeta o en un estadio neutro que pille cerca a ambos clubes a la hora de tener que desplazarse, ya sea tanto a puerta abierta como a puerta cerrada.

Y tú, ¿estás conmigo?