¿Por qué en México se le da poca visibilidad al uso del cannabis como opción de tratamiento médico?
Hola, soy Emilia, vivo en Tehuacán, Puebla y soy mamá de Emily, una pequeña de 7 años, quién al día de hoy no cuenta con un diagnóstico certero sobre sus padecimientos, sin embargo, lleva una calidad de vida buena basada en la toma de aceite cannabico.
Durante mi embarazo todo el proceso fue considerado normal, no tuve ningún inconveniente, cuando Emily nació todo parecía adecuado, aunque presentó un peso bajo y su tono de piel era más obscuro de lo normal a los médicos no les parecían signos de alarma.
Cuando Emily cumplió 5 meses, me di cuenta que dormía mucho y no respondía a estímulos, no crecía y no tenía movimiento corporal. También comenzó a bajar mucho de peso, llegó a pesar 1 kilo, 800 gramos, por lo cual el pediatra le recetó proteína y le realizaron diversos estudios para verificar el funcionamiento de sus oídos y vista, en donde los resultados mostraban que sus sentidos funcionaban correctamente y de acuerdo a su edad. Posteriormente, le hicimos un estudio para revisar su hormona del crecimiento y detectamos un problema de hipotiroidismo, aunque este no era el problema principal.
Durante mucho tiempo estuvimos visitando a diversos expertos para encontrar una respuesta ante la falta de estímulos de Emily, hasta que finalmente una especialista nos informó que mi hija padecía de daño cerebral severo, el cual debía estar registrado desde el tamiz neonatal de la niña. Sin embargo, este documento nunca nos fue entregado en el hospital donde nació, a pesar de solicitarlo en diferentes ocasiones y después de 7 meses de espera, nos hicieron saber que los documentos fueron extraviados.
Ante el comportamiento de mi hija, se presumía que Emily podría padecer de autismo, pero los resultados salieron negativos. Realizamos alrededor de 6 cariotipos en laboratorios particulares para descartar padecimientos como Síndrome de Down, Síndrome de Turner y Síndrome de Hunter, el último cariotipo que le realizaron fue referente al cromosoma 23 que es enfocado a niños que podrían desarrollar esquizofrenia. Sin embargo, y tras muchos estudios, es probable que mi hija padezca delSíndrome de Smith-Magenis, por todas las características que tiene, la cual es una enfermedad muy rara, en México hay alrededor de 15 niños con este padecimiento para el cual no hay cura.
Durante todos estos años, Emily convulsionaba mucho hasta llegar a ser incontrolable, sufría episodios cada 5 o 10 minutos, llegando a arrancarse el cabello o morder sus manitas hasta sangrarse y su tratamiento se basaba en la toma de medicamento anticonvulsivo.
Descubrimos que el aceite cannabico era una posible solución ante diferentes enfermedades, hace dos años empezamos a administrárselo a Emily y en este aceite hemos encontrado estabilidad para su salud. Empezaron a controlarse sus convulsiones, su estado de ánimo mejoró, desapareció su trastorno del sueño, se ríe, tiene mayor convivencia, balbuceae incluso dice palabras pequeñas como ‘amor’ o ‘Ángel’, hemos visto un cambio radical, a la fecha no toma anticonvulsivos. Incluso su tratamiento para controlar el hipotiroidismo basado en levotiroxina fue sustituido por el aceite, al ver que sus índices estaban normalizados.
En México, el consumo de marihuana con fines recreativos o médicos es legal, sin embargo está prohibido el cultivo y la comercialización de las plantas, dando pie a un vacío legal en donde no existe una regulación que estipule reglas de comercialización, importación, y distribución. Si bien el debate es cada vez mayor e inclinado hacia una legalización, es importante destacar los resultados positivos que produce en el tratamiento de enfermedades como el autismo, epilepsia e incluso diabetes. Así como su justa comercialización en México, ya que actualmente este aceite se puede adquirir en el extranjero pero a costos muy elevados.
Mi hija acaba de cumplir 7 años, de los cuales 2 años se ha tratado con aceite cannabico, teniendo mejores resultados que con el uso de medicamentos. Cuento mi historia para darle mayor visibilidad a los beneficios de una planta que lamentablemente está muy satanizada, cabe mencionar que el aceite de cannabis utiliza solo Cannabidiol (CBD) que es un componente no psicoactivo, es natural y eficaz.
Con esta campaña también te invito a levantar la voz, a hacer un llamado a las autoridades para apoyar el uso del cannabis como tratamiento efectivo para la salud, el cual los padres de familia merecen tener de fácil acceso y con controles de calidad estrictos.
Conoce más sobre la historia de Emily, aquí.