Señores/as miembros de la Junta de Andalucía, Señor Consejero de Educación y parlamentarios y parlamentarias del Parlamento de Andalucía. 

Mi nombre es Cristina Bermúdez, y tengo una niña de 5 años, mi hija empezó a recibir atención temprana pasados los 3 años. Yo me enteré de repente, que su ritmo no era igual que el de otros niños. Me dijeron que se aislaba, que jugaba sola, se balanceaba, etc... A mí como madre se me cayó el mundo encima, no podía creer ni comprender lo que sucedía, me llené de miedos e inseguridades, no sabia que hacer como asimilar todo eso, me sentí en shock y perdida. ¿Cómo no me habían dicho antes los pediatras ni en la guardería que estuvo acudiendo durante 2 años? 

Me sentí muy, muy sola, paralizada por la situación, invadida por mis miedos, no se lo desearía jamas a nadie. Ni mi familia me entendían mientras se lo contaba, totalmente incomprendida desde un principio que se lo comunique.

Pronto reaccione, me seque las lágrimas y me salieron las fuerzas de madre para ayudar a lo que mas quiero y en ese momento me necesitaba, mi hija me lleno de valentía y hizo que buscase información, me hizo actuar para que me explicaran que estaba sucediendo. Fui al pediatra y me derivó atención temprana, tuve que esperar hasta que fue atendida y desde ese momento que empezó a ser atendida por atención temprana para que mejorara ciertas habilidades, conductas, lenguaje y aprender habilidades sociales que hicieran que ella interactuase mejor con sus compañeros en clase. Así estado llevándola al CAIT durante dos años por las mañanas.

Durante las mañanas que hemos acudido al CAIT, al haber sido por las mañanas, he notado como ha ido perjudicándole a nivel escolar y le ha ido perjudicando el perder tanto tiempo en el cole, se ha quedado por detrás del resto de sus compañeros, ha ido empezando a dejar de escribir su nombre sola, hasta tal punto que lo que antes hacia sola a dejado de hacerlo, no sigue el ritmo de sus compañeros, y eso le ha retrasado mas en el colegio.

A mi hija esos horarios le han pasado factura, por perder 3 días seguidos a terapias, ha tenido que perder muchas horas lectivas en el colegio que también eran importantes para ella, hasta tal punto de sentirse desplazada y apartada del resto de sus compañeros por no seguir el mismo ritmo, por que al sacarla para llevarla al CAIT y después volver se sentía perdida en clase. Entraba y veía a otros niños trabajando cosas que ella se había perdido y se frustraba de no saber por dónde empezar, mientras sus compañeros avanzaban. Me siento culpable por no haberme dado cuenta de que mi hija se estaba frustrando por querer ayudarle en sus terapias y al haberme amoldado al horario que me puso el CAIT, lo que yo creía que hacia para un bien, me sentía decepcionada de haber permitido que mi hija pierda tantas horas lectivas, por no haber pedido un cambio de horario y no haber actuado a tiempo. 

Cuando fui consciente que se estaba quedando atrás pedí cambio de horario al CAIT, pero me ponían de problema que no tenían horario para ella, no se amoldaron a un horario que permitiese acudir al cole y no interrumpirle en mitad de clase para luego volver, pasaron mas de 2 meses hasta que me dieron un horario de tarde, lo que ese tiempo lo ha perdido en atención temprana, un tiempo tan valioso para mi hija, así que nuevamente otro atraso, creo que deberían coordinarse mas todo este tipo de situaciones y buscar una solución para los niños que acuden al colegio y necesitan terapias.

Expongo mi caso, por que me gustaría que se pusiera solución a situaciones como la mía, que se mire siempre lo mejor para los menores, porque el tiempo corre en su contra, me preocupa por mi hija pero también por otros niños a los que veo mientras estoy en terapias.

La impotencia me vence al pensar que tanto mi hija que está cerca de los 6 años y tantos niños se les prive de sus ayudas, aún no están preparados para recibir el alta, porque para muchos de ellos lo único que tienen son estas terapias, y duele como madre el ver que el tiempo pasa, la edad se va aproximando y a mi hija le van a privar de unas terapias que son fundamentales para su desarrollo.

Como madre, os pediría que no le quitasen esos derechos ni a mi hija, ni a tantos niños que hay como ella, que son imprescindibles para ellos, que no tenga que ser una condena cumplir años, porque lo mismo que necesitan con 5 años, que con 6. Para ellos la edad no debería de ser un impedimento, si no todo lo contrario.

Yo me pregunto; ¿Qué razón de peso hay para que dentro de unos meses se le retire la atención temprana? Me pregunto sin encontrar respuesta ilícita, porque a nosotras que tanto nos ha perjudicado el faltar al cole para ayudarle, y ahora que vamos avanzando al pasar unos meses se nos priva de ello. Como madre es muy doloroso, encontrarte desamparada y que nadie haga nada al respecto.

Solo ruego que me escuchen, que se pongan en mi lugar y en el lugar de tantas familias que están en nuestra situación. Lo único que pido son derechos, porque lo necesitan, porque aún siguen siendo niños.

Me gustaría que me diesen una solución y desesperadamente ruego se pongan en mi lugar. 

Gracias por su atención, me despido con un cordial saludo.

Cristina