Somos el Colectivo Tierra, un equipo de padres y jóvenes campesinos, quienes desarrollamos un proyecto de agricultura responsable y huerta sostenible en el oriente antioqueño, con los niños de la Vereda La Milagrosa, en una de las sedes de la Institución Educativa Santa María. Este, es un proyecto rural y ambiental que involucra a grandes y pequeños, promovemos el cuidado del medio ambiente y al mismo tiempo la alimentación saludable. 

Nuestro objetivo, es que todos los desechos de la huerta sean transformados en abonos y sustratos para reutilizarlos. Así mismo, realizamos un proceso de embellecimiento del basurero. En las actividades que realizamos siempre están involucrados los niños, ellos son muy participativos y tienen una enorme disposición para colaborar, aprender y también enseñarnos a los grandes. Este proyecto ha generado en las personas, la voluntad de colaborar y hemos observado que la misma comunidad se apropia de las actividades, así no estemos nosotros. 

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Nuestra apuesta es que los ecosistemas sanos, permiten comunidades saludables. Colombia, es un país más rural que urbano, pero debemos reconocer que no contamos con una política nacional que promueva este tipo de iniciativas. En Colombia no se legisla para que los niños en zonas rurales aprendan a cultivar. Tampoco sucede en las ciudades. Poco a poco, se promueve la vida campesina como algo que se debe abandonar, para ir a las ciudades en búsqueda de otros empleos. 

Queremos compartir con los lectores esta experiencia, como colectivo, nos sentimos orgullosos de ser campesinos y de lo que podemos hacer en el campo. Los niños ya han realizado siembras, cosechas, actividades rurales y es muy gratificante poder generar alimentos para nuestra propia comunidad. Esto debería ser replicado en todas las escuelas y colegios del país, esta iniciativa vale la pena compartirla y promoverla. 

Esta petición es dirigida a los congresistas del país, a través del portal Osoigo, ya que deseamos que conozcan esta iniciativa y lo que podemos lograr las comunidades gracias a la agroecología y la niñez. Por ello consideramos que las instituciones deben apoyar los proyectos comunitarios, reconocer el gran impacto que pueden generar las personas en torno a temas de seguridad alimentaria, e incluso empleo y seguridad, gracias a la agroecología responsable. 

Agradecemos a los lectores, por conocer este proyecto, por firmar la petición y también compartirlo. Llegaremos a las 350 firmas para ser atendidos por los congresistas.