Me llamo Celia y soy psicóloga especializándome en terapia de parejas y en las dinámicas de las relaciones. Cada día veo más a menudo lo comunes que son las relaciones abusivas, y el impacto que estas pueden tener en nuestra autoestima. Por eso me pregunto ¿por qué no se lleva a cabo un programa de prevención e intervención temprana en los centros educativos que tenga como eje central los abusos emocionales, físicos y sexuales?

Una relación abusiva es aquella en la que existen conductas que dañan, restan e invalidan a una persona, alejándose de quien es, de su esencia. El problema de este tipo de relaciones es la dificultad de ver en el inicio las señales que indican que no es una relación saludable, ya sea por desconocimiento, porque partimos de una baja autoestima o porque hemos normalizado debido a una crianza familiar insegura que ese es el tipo de amor que nos merecemos.  Cuando a pesar de algunos indicios, continuamos en esa relación, ocasionamos más daño en nuestra autoestima tolerando cada vez más el dolor de cada abuso, siendo más resistentes a este tipo de conductas y con menos fuerzas para salir de ahí. 

Desafortunadamente, poco se habla de qué es un abuso, ser conscientes de su daño, lo que no se debe hacer, y en caso de sufrirlo o saber que alguien lo sufre, cómo actuar frente a ello.

Debido al daño que estas relaciones pueden causar en nosotros, siento la necesidad de implantar ya desde la adolescencia planes de prevención e intervención temprana y programas de concienciación en los centros educativos para que los más jóvenes puedan entender lo que es un abuso.

Cuanto antes podamos educar a las generaciones más jóvenes, más prevención e intervención habrá. En la adolescencia es cuando nos mostramos más vulnerables y más expuestos a abusos, y por desconocimiento, no sabemos cómo defendernos impactando negativamente en nuestra autoestima y en nuestra salud mental. 

¿Qué es lo que me gustaría implementar? 

• Charlas y talleres al menos una vez al mes en los colegios e institutos dando información con datos y casos reales sobre  las consecuencias tanto a nivel psicológico como físico de los abusos y los tipos que existen. Además de brindar apoyo a todas esas personas que son víctimas o terceros.
• Ceder un espacio seguro a donde recurrir junto con acompañamiento psicológico donde puedan exponer sus vivencias y ofrecerles la atención necesaria. Para ello, podrían estar en contacto con un centro de salud primaria o de salud mental al que derivar este tipo de casos. En muchas ocasiones las víctimas no reportan estos abusos porque no saben a dónde ir o cómo hacerlo, por eso me parece importante la propuesta de crear un lugar seguro en el propio ámbito escolar.

Sin información, prevención y espacios seguros a dónde recurrir, no vamos a poder proteger a una sociedad que desconoce lo que es un abuso y se enfrenta a ello a diario. Ya no solo a las víctimas, si no que necesitamos contarle a las personas que abusan lo que están haciendo y el impacto de sus acciones. Cuanta más prevención, más personas serán salvadas. Necesitamos que las personas tengan tolerancia cero a los abusos y tengan un lugar al que acudir.

Me dirijo a las Cortes de Aragón para pedirles que tomen medidas contra los abusos a menores, ya que en España entre el 10 y el 20 % de la población ha sido víctima de abusos sexuales en la infancia. Lanzo esta campaña para proponer un plan preventivo e informativo en las escuelas que abarque los puntos mencionados, y poder proteger así a los/as niños/as y adolescentes.