Pregunta para Senado

¿Cuándo se tomarán medidas efectivas para erradicar la ciberviolencia machista?

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Carolina Sichtbar Pregunta de Carolina Sichtbar

Me llamo Carolina Sichtbar y tengo una cuenta en TikTok donde me dedico a sensibilizar, visibilizar y concienciar sobre ciertas causas sociales. Sin embargo, el ciberacoso que recibo es una señal del machismo que sigue en nuestra sociedad.  

1. “otra que por ser mujer hay que creerle que discapacidad intelectual tienes una misandrica con privilegios por ser mujer y peor en todo   llora llora”. 
2. “ wue iba a hacer contigo? ….wue vas de bollito?..... no vales un euro ya quisiera tu….Hala bloquéame”.  
3. “Yo te creo AMIGUE. Ahora todas todes habéis pasado por situaciones así  …En Fin…VOX  ”.  
4. “Se llama libertad de expresión…o no os interesa cuando no os Dan la razón??...No sé si sois cínicas o Hipócritas …PXTAS si sois todas  ”.  
5. “Claro que si…Y todos los hombres han visto escenas de violencia o han sufrido…y no pedimos una paguita ni vamos llorando…en fin..VOX”.  
6. “Lo que no es normal eres tú no sabes las cosas turbias que Los desconocidos tienen sigue quedando sigue ya mismo té verás en una esquela mendruga”.  
7. “Parece todo mentira, has un poco vida, estudia algo y no maree a la gente con tonterías de chica sacacuartos”. 07/01/22 
8. "Lo que tenía que hacer es punto de cruz en vez de hacerse TikTok".  
9. "Al menos puedes decir que has leído un libro, o al menos una buena frase, en tu vida, ya es mucho, solo falta que la entiendas".  
10. “Eviten este tipo de mujeres que siempre se están inventando historias raras.”.  



¿Qué tienen en común estos 10 comentarios? Son machistas —e incluso misóginos—, vejatorios, prejuiciosos, denigrantes y su único objetivo es la desacreditación y la humillación. Es decir, son la manifestación de una violencia simbólica contra las mujeres todavía existente en nuestra sociedad, que se fundamenta en ideas preconcebidas que están tradicionalmente arraigadas: estereotipos y roles de género, el desprecio hacia nuestras capacidades cognitivas, el creerse con derecho a opinar sobre nuestro cuerpo y a hacer referencias sobre nuestra sexualidad. La finalidad de estos comentarios es doble: por un lado, pretenden desalentar y desgastar nuestra participación en la esfera pública y, por otro lado, disciplinar e infundir miedo al colectivo de mujeres y disidentes. 

Las mujeres recibimos un elevado nivel de violencia por nuestra condición de género, más allá de la violencia existente de por sí en Internet. El ciberbullying o ciberacoso constituye una grave violación a los derechos humanos que hoy en día está al servicio de la violencia contra las mujeres. Por ello, es de vital importancia definir y aplicar unas medidas efectivas que pongan fin a este tipo de violencia, que lo único que hace es perpetuar el machismo y la desigualdad todavía imperante en nuestra sociedad.  

No podemos seguir permitiendo estos discursos de odio en Internet. De lo contrario, ¿Qué mensaje estamos transmitiendo a las generaciones más jóvenes? ¿Qué pueden faltar al respeto con impunidad porque no habrá consecuencias por sus actos? ¿Qué si quieres evitar el hostigamiento y el escarnio es mejor que permanezcas callada? Esto únicamente perpetúa la espiral del silencio y la educación cimentada sobre las bases del miedo, en lugar de sobre el respeto. No nos permitirá avanzar como sociedad. Los comúnmente denominados ‘haters’ se amparan bajo la libertad de expresión para ejercer el libertinaje con total impunidad, sin recibir ningún tipo de sanción por su discurso de odio. Mientras tanto, las víctimas tenemos que soportar que se nos falte al respeto constantemente sin que nadie se preocupe por los efectos que estos mensajes puedan tener en nuestra salud mental y, por ende, en nuestras vidas. Porque recordemos: es un hostigamiento diario, no un hecho aislado. 

Estamos completamente indefensas. Contestar al ‘hater’ en la mayoría de las ocasiones no hace más que empeorar su conducta. Y si se decide exigir respeto públicamente mediante un comunicado -–en mi caso en vídeo— las respuestas que se obtienen son nuevamente denigrantes: "No hace falta, tú sola ya condenas, mujer, juez y feminista. Suerte, no me busques, las chicas como tú no interesan a nadie…”. Estas actitudes me parecen inadmisibles porque todas las personas tenemos derecho a hablar sobre nuestras experiencias y a expresar nuestra opinión sin miedo y sin ser denigradas. Comunicarnos y expresarnos por redes sociales no debe ser una excepción. Es indignante que los ‘haters’ se crean con el derecho de humillarnos, pero esto se debe a que no hay ningún tipo de medida ni control al respecto. Ignorar su conducta no es una solución: ignorar fomenta que estos comentarios se sigan produciendo porque no se está educando a la sociedad en el respeto y la diversidad. Los mensajes machistas aparecen en toda clase de contenidos, ya que también he recibido comentarios al explicar el  bullying que sufrí en mi infancia: "ha pasado 10 años de eso y sigue llorando, mujeres…” 

En mi cuenta de TikTok, me dedico a visibilizar y concienciar sobre diversos temas: violencia contra la mujer, bullying, trastornos mentales, enfermedades invisibilizadas… Al contar mis propias experiencias para dar voz a estos asuntos me preocupa el impacto que pueda tener sobre otras víctimas leer comentarios burlescos e incrédulos como los que incluyo a continuación, ya que para las víctimas observar una falta de apoyo social puede ser muy perjudicial e incluso puede reafirmar su temor a comunicar y denunciar su situación: 


• “Qué peliculón para cuando en cines?”. 05/12/21  
• "Y no fuiste a denunciar”. 27/11/21 
• “Claro y hay que creerte…”. 16/12/21  
• “lo siento, pero no m creo nada” —Los relatos de otras mujeres presentes en los comentarios sí, pero el mío, y cito textualmente, “en concreto no”. ¿Por qué? No se sabe, se ciñe a justificar su juicio de valor de este modo, demostrando una total indiferencia hacia las consecuencias que pueden tener sus palabras: — “nunca pretendo hacer daño, digo lo q pienso. puedes desactivarlos”. 27/11/21 
• “ohhhhh hacemos videos todos del bullying, que tuvimos en la infancia? o los maltratos por parte de los padrastro o madrastra, venga ya superalo”. 26/12/21  
• “Ya eres muy mayor como para tomar responsabilidad y haber buscado apoyo para sanar. ¿Te gusta ser víctima?". 27/12/21 
•  “Y si te empujó sin querer y al devolvérsela os enzarzasteis? tenemos el machismo en nuestra lengua para usarlo a la mínima”08/12/21  

Este último comentario es tremendamente alarmante, puesto que busca una justificación a la agresión, cuyos indicios apuntaban a un intento de violación. Acudir a la justificación del agresor —mediante el arraigado esquema de pensamiento de: "si te lo ha hecho, por algo será"—, a la culpabilización de la víctima y a la victimización, ya que son estrategias propias del machismo. Del mismo modo, resaltar y opinar sobre el físico de una mujer por encima de su discurso también es machismo, y sucede mucho en redes: “sin ofender, pero aleja un poco más la cámara o arréglate los dientes, porque con lo guapa que eres, lo serías más.”, “Recuerda: ve al dentista, es por salud.” 

Por último, considero muy preocupante la banalización que se hace de las enfermedades feminizadas, como la endometriosis —que sufro de primera mano— y de los trastornos de la salud mental como el TCA, la depresión y la ansiedad, pues se utilizan constantemente con el objetivo de humillar y descalificar: “En una cosa estamos de acuerdo, necesitas un psiquiatra”, “venga, toma la pastilla y ríete de todos”. 

La violencia machista ha encontrado en Internet un nuevo contexto. Necesitamos que se desarrollen y se pongan en marcha políticas destinadas a la sensibilización, la prevención y la erradicación de este tipo específico de violencia contra la mujer. Ignorarlo no es la solución, son necesarias unas medidas que penalicen esta clase de conducta y educar en perspectiva de género desde edades tempranas para evitar la normalización del machismo. Es muy necesario que se tomen acciones en este campo para poder evolucionar en términos de igualdad, diversidad y respeto. 
 

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