Mi nombre es Bery De la Fuente González, tengo 78 años y vivo en el sector del Manzano, en el Cajón del Maipo. Fui presidenta del Departamento de Profesores Jubilados (Deproj) y aunque ya no estoy en el cargo, sigo luchando para que el Estado reconozca la gran deuda que tiene con nosotros.

No entendemos por qué todos los gobiernos democráticos se han negado a hacer una reparación para los docentes. Es como dice Condorito: exijo una explicación. No es tanta plata la que pedimos. Es justicia. Ya se han muerto 20 mil profesores esperando esta deuda histórica. Algún día tienen que reconocernos.

Somos un sector de la población que le ha hecho bien al país. Necesitamos una reparación. Siempre nos pagaron mal y no pudimos cobrar todas las horas extras que hacíamos en la casa. 

Esto tiene que ver con las pensiones en Chile. Hay gente que está muy mal económicamente. Imagínate. Yo jubilé hace 13 años. Ganaba cerca de un millón de pesos y ahora recibo menos del 20% de esa cantidad.

Si las pensiones fueran mejores, quizás no tendríamos que pedir un reconocimiento a la deuda histórica. Pero ser un profesor jubilado es muy duro en este país. 

Como Deproj nos hemos movido y tocado puertas. El Colegio de Profesores no nos reconoce y nosotros tenemos que encontrar nuestras propias maneras de luchar. En el Congreso, desde la llegada del Frente Amplio, nos han escuchado mas. En la sesión especial para la deuda por unanimidad, se creó una resolución que emplazaba al presidente Piñera a solucionar el problema. Le dieron 90 dias para ello y no pasó nada.

Cuando yo era presidenta, juntamos 70 mil firmas de personas que nos apoyaban. La llevamos a la Moneda para hablar con Michelle Bachelet pero no nos hicieron caso. Eran cajas y cajas de firmas que quedaron guardadas en el archivo nacional.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró admisible esta deuda histórica pero ningún gobierno se ha hecho caso.

Nosotros empezamos a funcionar como Deproj en 1991. Éramos 60 mil y ahora quedamos 20 mil profesores jubilados. Los dirigentes emblemáticos han fallecido. 

No queremos morir con esta sensación. Por eso le preguntamos a las autoridades del país: ¿Por qué nadie ha reconocido la deuda histórica con los profesores jubilados de Chile?

¡Necesitamos que nos apoyen! Si conseguimos las firmas necesarias, los políticos nos darán una respuesta en Osoigo. ¡Apoya a los profesores jubilados de Chile!