Pregunta para Parlamento de Navarra

Soy musulmana y encontrar trabajo en España ha sido muy difícil para mí. ¿Cuándo habrá incentivos en las empresas para que contraten a más mujeres racializadas?

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Bárbara Sánchez Pregunta de Bárbara Sánchez

¡Hola! Soy Bárbara Sánchez, soy trabajadora social, tengo 36 años y vivo en Pamplona. Nací y crecí en Argentina, pero estoy en España desde que tenía 17 años. Hace algo más de 10 que abrace el Islam y 8 que uso hiyab, y desde entonces he podido sentir el problema de la islamofobia, que tanto en Europa como en España afecta en muchas áreas de la vida: el ámbito de la salud, acceso a la educación, a la vivienda. O al trabajo, que es el tema que deseo tratar en esta campaña.

La mujer musulmana que usa un hiyab o pañuelo, como yo, es la cara visible del Islam. Yo antes de usarlo era igualmente musulmana, pero nadie lo sabía a menos que yo se lo dijera. Y no padecía las discriminaciones que sufro desde que lo uso y que se ven reflejadas, por ejemplo, en el hecho de que jamás he sido llamada a una entrevista laboral después de enviar muchísimos currículum con una foto mía. Aunque ahora, como se aconseja no incluir la foto (precisamente para evitar esos sesgos), ya no lo hago.

El único trabajo que yo he conseguido en España desde que uso hiyab lo obtuve sin enviar currículum ni pasar por entrevista. Me llamaron porque estaba en una lista del Servicio Navarro de Empleo y necesitaban con urgencia a una trabajadora social. Me dijeron que empezaba al día siguiente, y cuando llegué, antes de que abriera la oficina, el administrativo me dijo que todavía no había atención. Le dije que yo no era usuaria sino trabajadora, y quedó sorprendido. Claro: la idea preconcebida es que una mujer con hiyab va como usuaria y no como profesional.

En España muchas mujeres musulmanas tienen formación y titulaciones, pero el acceso al empleo es muy limitado. Si, por ejemplo, se quisiera trabajar en servicios de limpieza, no habría problema, porque no nos ven. Pero si fuera en una oficina o en un restaurante, al ser un empleo que implica tratar de cara al público, es muy difícil. A una amiga mía, que se presentó en una tienda de ropa, le dijeron que para trabajar ahí debía hacerlo sin hiyab. Yo me habría sentido violentada. Es como si pidieran a alguien ir a trabajar sin camiseta. Para eso que no me llamen: yo soy con todo, soy musulmana y eso va a estar reflejado en mi trabajo y en mis principios.

Creo que para empezar a eliminar esos prejuicios que afectan a las musulmanas (y en general a las personas racializadas), sería muy útil que las empresas recibieran subvenciones por contratar a miembros de esa población. De la misma manera se incentiva la apertura de trabajo para las mujeres, ya que antes los hombres tenían acaparados los puestos de mando o mejores pagados, y para las personas con discapacidad. Es incentivar a la gente a que considere a estas personas, aunque sea por su interés económico. Pero como eso da acceso al empleo, estupendo. Al final, todo es un proceso. Más adelante puede ser que no haga falta.

Yo tengo fe y creo que en algún momento llegará un trabajo en el que me acepten con mis creencias y con todo lo que soy. Quiero vivir en una sociedad en la que uno ponga una foto de su currículum con una cresta, o con 20 pendientes, o un hiyab, o con cualquier cosa, y que sea totalmente indiferente. Por lo pronto, deseo hacer visible esta realidad por todos los medios posibles, como esta campaña en Osoigo. Apóyame con tu firma, para que esta petición sea enviada a los políticos de España para que den una respuesta. ¡Muchas gracias!

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