Necesitamos más empatía y menos ruido porque son muchos los colectivos que se ven afectados de forma negativa por el uso de fuegos artificiales y petardos de alto impacto sonoro, y la limitación de su uso en fiestas populares es una asignatura pendiente por parte de las administraciones públicas, en una sociedad cada día más empática y comprometida. Necesitamos que las instituciones pongan más recursos económicos y personales en la resolución de este problema.  

Debemos recordar que el uso de elementos de alto impacto sonoro afecta a:  

1. Personas mayores y niños con híper o hipo sensibilidad, con autismo, con epilepsia, enfermos del corazón y bebés.Ninguna fiesta que tenga como objetivo hacer disfrutar a todas las familias debería ser causante de ataques de pánico, crisis de estrés agudo, taquicardias, llantos, gritos, autolesiones, convulsiones o ansiedad. Nuestra diversión nunca debe representar un infierno para otras personas y sedar o dormir a niños/as o personas adultas que puedan verse afectados/as no es factible como alternativa, son nuestros/as hijos/as, hermanos/as, vecinos/as o amigos/as. Como sociedad moderna y respetuosa debe primar la empatía y solidaridad, y se deben buscar otras alternativas lúdicas diferentes a las actuales, ya que las consecuencias a las que nos enfrentamos pueden conducir a infartos, ataques de pánico e incluso la muerte.
2. Animales de compañía, fauna urbana y fauna salvaje. En cada evento programado con petardos o fuegos artificiales las redes sociales se ven inundadas de quejas y denuncias, como reacción ante los efectos que van a sufrir nuestros compañeros animales, que han de ser sedados para atenuar los efectos psico-físicos que tienen en ellos. Muchos pájaros, al ser extremadamente sensibles, mueren por el estrés que les causan las explosiones. Muchos perros y gatos huyen despavoridos, se pierden, sufren ataques al corazón y son atropellados por cruzar carreteras. Para la fauna salvaje los efectos son más nefastos, ya que es en su propio hábitat donde muchas veces se lanzan los petardos y los fuegos artificiales: por ello quedan totalmente desprotegidos y sin saber hacia dónde huir.
3. El medio ambiente. AVATMA, en su Informe técnico veterinario sobre los efectos de la pirotecnia en animales, cita “su detonación libera sustancias químicas nocivas y un humo cargado de partículas, contaminando el medio ambiente. El denso humo compuesto principalmente de polvo fino respirable y venenoso (PM10 o “Material en partículas menor de 10 micras”). Como consecuencia, los artefactos pirotécnicos representan un peligro para la vida silvestre que vive en las áreas donde se explosionan. Los productos químicos también son peligrosos para los animales de compañía que viven en la zona donde son detonados, así como para las personas que padecen asma y otros problemas de salud y el polvo fino (PM10) no solo puede empeorar enfermedades existentes, sino también desencadenar otras. Por esta razón, el problema de estos efectos perjudiciales de la pirotecnia no atañe solo una pequeña parte de la población humana, sino que nos concierne a todos”.
4. Riesgos de accidentes. Utilizar pirotecnia trae consigo un elevado riesgo de incendios. Todos/as recordamos lo que pasó en la Nochevieja de 2013 a los vecinos/as que perdieron sus casas en Trintxerpe.

Es por los motivos anteriormente expuestos que me dirijo a los políticos/as Ayuntamiento de Pasaia para pedir que hagan las modificaciones necesarias en las ordenanzas municipales y en la organización de fiestas, que consideramos que deben ser las siguientes:  

• La acotación de espacios y la limitación de tiempo para el uso de pirotecnia, en el caso de particulares.
• La limitación del nivel de decibelios permitidos a un máximo de 65 y optar por fuegos artificiales de bajo impacto sonoro, para cualquier tipo de eventos, espectáculos de luz láser, drones y sonidos moderados para que no perjudiquen a la población humana más vulnerable, a los animales y al medio ambiente.

Y recordamos que actualmente se prohíbe el empleo y lanzamiento de cohetes y petardos desde balcones y ventanas de pisos y viviendas, así como en locales cerrados y donde haya concurrencia de personas. Esto sigue sucediendo puesto que los policías municipales ese día pasan por alto la normativa.  

Queremos subrayar que Ayuntamientos como el de Puerto Real, en Cádiz, y el de Santa Cruz de Tenerife ya han dado un paso adelante en esta decisión tan importante, poniendo en uso la alternativa que les hacemos llegar y pedimos al Ayuntamiento de Pasaia que haga lo mismo.