El embarazo de Carlitos fue muy bien, no había nada irrregular. En las ecografías, los chequeos rutinarios, todo estaba dentro de la normalidad.

El día 6 de diciembre de 2008, tuvo unos dolores intensos, Carlitos anunciaba su llegada a este mundo.

Pidió insistentemente una cesárea, ya que no estaba dilatada. Pero no obtuvo respuesta. Se negaron hacerle una cesárea, porque el anterior parto, en 1997, había sido natural. Al cabo de unas horas, la bajaron al paritorio, y cinco horas después, le dijeron al papá de Carlitos que tenía que salir, ya que se había complicado el parto. No había tiempo para preparar una cesárea, así que con 4.750 kilos, Carlitos nació apresuradamente y sin los cuidados necesarios.

El resultado, en primer momento, fue clavícula rota. Hasta que unos días más tarde, les dieron la mala noticia. Tenía PARÁLISIS BRANQUIAL.

Carlitos ha pasado por 4 operaciones, y todavía estamos luchando a diario para que recupere la movilidad de su bracito.

No es justo que nuestro hijo esté así, por no haber hecho las cosas bien desde el principio.

Necesitamos llevarle a diversas terapias y nuestra economía no lo permite.

Por todo ello, políticos del Parlamento Andaluz: ¿Qué pueden hacer para ayudar a Carlitos?