Mi nombre es Ariadna Vilasó y estudio Ingeniería Informática del Software. Además, hablo sobre videojuegos en la radio. También llevo la cuenta de Mujeres y Videojuegos en Instagram (@mujeresyvideojuegos) y en Twitter (@WomenVideogames), que se inició a raíz de una charla en mi universidad sobre feminismo y videojuegos hace unos meses. 

Además, desde pequeña estoy dentro del mundo de los videojuegos y he crecido con ellos. Siempre han sido un espacio en el que he podido refugiarme y de hecho, me gustaría dedicarme a desarrollarlos. 

El problema es que se trata de un sector en el que hay un gran techo de cristal. Por ejemplo, el simple hecho de que informática sea una carrera tan masculinizada se nota desde que entras. Es una carrera donde no hay muchas chicas porque no se nos fomenta el interés por ello, cosa que no pasa con los chicos. Actualmente hay un 35% de mujeres matriculadas en STEM a nivel mundial, y tan solo un 12% en España. Aún existe el estigma de que las ingenierías son para ellos.

Este estereotipo todavía vive. No se nos inculca directamente, pero sí en ciertos comentarios como “bueno, podrías estudiar otra cosa”. Es decir, ya desde antes de empezar a estudiar algo relacionado con este sector esa estigmatización está ahí.

Luego, dentro de la propia industria hay casos de acoso y de abuso de poder. Todo eso hace que las mujeres seamos reticentes a meternos en la industria de los videojuegos porque no sentimos que sea un espacio seguro, y porque tampoco tenemos referentes claras. A mi me haría falta poder tener una figura femenina en el mundo del desarrollo de los videojuegos y soñar con parecerme a ella, pero es muy difícil de encontrar porque no se les da tanta visibilidad, ya que normalmente las grandes figuras del desarrollo son hombres.

Eso es hablando del desarrollo de los videojuegos, pero si hablamos de la perspectiva interna esta brecha de género también existe. Si no hay diversidad en las personas que los desarrollan, seguramente la visión no sea inclusiva y eso quede reflejado en el producto. Para poder mostrar diversidad hay que tener un equipo que lo sea.

La mayoría de los videojuegos reproducen estereotipos sexistas. Están hechos por hombres y para los hombres, reforzando el comportamiento y papel masculino e incluso, en ocasiones, con claras muestras de incitación al sexismo. Los juegos están pensados para un imaginario masculino, y responden a lo que desde la representación social serían los deseos, las afinidades y las aficiones de los varones. Por eso son los chicos los que más juegan.

Por ello, creo que se debería apostar por medidas que fomenten la presencia de mujeres en las STEM, y además desde la educación luchar para que estos roles sociales vayan desapareciendo.