Hola, soy Anyer, vivo en Monterrey y soy mamá de Dorlan Renato, un pequeño que a los 6 años fue diagnosticado con cáncer cerebral, por lo cual lleva un año en tratamiento pero no contamos con seguro médico y a través de diferentes dinámicas como rifas o colecta de tapitas buscamos la manera de solventar los gastos.

Dorlan fue diagnosticado en agosto de 2019, primero se presentaron vómitos, sus pediatras pensaban que podría tratarse de alguna enfermedad estomacal, tras realizarle una tomografía computarizada (TAC), se detectó una masa de 3.3 x 4.2 que estaba obstruyendo el tallo cerebral, razón por la cual se le formó una hidrocefalia y fue necesaria la colocación de una válvula en la cabeza. Estuvimos por un mes recibiendo servicio médico por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social y a la espera de ser canalizados a una clínica en donde pudiera recibir el tratamiento adecuado, sin embargo, en ese tiempo el tumor comenzó a crecer. Ante esta situación busqué una segunda opinión médica y nos daban la opción de operarlo requiriendo 400 mil pesos, finalmente logramos llegar a la suma a través de donaciones, colectas y rifas, tras la operación tuvimos que cambiar de hospital porque ya no teníamos más dinero. 

Al día de hoy, Dorlan ha recibido 30 sesiones de radioterapia en su cabeza, cuello y columna. Para dar seguimiento al tratamiento, en marzo se recurrió a la colocación de un catéter crónico para iniciar con 6 ciclos de quimioterapias, afortunadamente estamos por entrar al último ciclo, todo este proceso se ha realizado en el Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González en donde mi hijo era atendido por parte del Seguro Popular, pero su póliza se vence pronto y no contamos con otro seguro médico.

Al finalizar el ciclo de quimioterapias, Dorlan requerirá de seguimiento médico a través de la toma de resonancias cada dos meses que requieren anestesias con un costo de 39 mil pesos, así como de terapias físicas ya que actualmente no camina y se encuentra bajo de peso. Afortunadamente hemos recibido mucho apoyo por parte de familiares y amigos, pero los gastos son muy elevados y constantes.

El cáncer es una enfermedad costosa, comparto mi historia y lanzó esta iniciativa para visibilizar mi lucha y la de Dorlan, así como la de muchas familias que enfrentamos el cáncer infantil. A falta de recursos económicos por parte del gobierno, recurrimos a la colecta de tapitas, donativos o rifas. Sin embargo, nuestros niños merecen un tratamiento gratuito y adecuado, por lo cual es importante hacer un llamado a las autoridades para que destinen mayores recursos en tratamientos y medicamentos para nuestros pequeños. 

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