Escribo este texto para dar visibilidad a una situación por la que pasamos muchas mujeres a diario y que parece que esté totalmente normalizada: el acoso machista. Voy a contar lo que me sucedió a mí en el metro y cómo un mes más tarde le sucedía lo mismo a otras chicas delante de mis ojos. 

Eran sobre las 14h cuando cogí el metro.  Yo siempre suelo ir con los cascos y la verdad nunca me entero de nada aunque ese día justo no los llevaba, de hecho cuando el chico se me empezó a acercar tanto no me di ni cuenta, hasta que me dio por girarme y vi que estaba súper pegado a mí y había bastante sitio detrás. Cuando me di cuenta me empecé a alejar un poco y cada vez que me alejaba él se acercaba hasta estar igual de pegado a mí que antes. Eso pasó cómo 3 veces, de hecho, escuché como me olía mientras se acercaba. Me dio muchísimo asco y la verdad en ese momento me entraron ganas de empujarlo, pero me fui al lado de un chico joven y el chico ya no se me acercó más.

Al mes volví a coger el metro a la misma hora y me puse en los vagones del principio, me senté y en cuanto vi al tío con ese uniforme y vi lo cerca que estaba de una chica sabía que era él. Lo que vi fue como él estaba súper pegado a la chica, se apartaba cada poco tiempo para mirarle el culo y volvía a acercarse cada vez más, me empecé a poner nerviosa porque estaba viendo lo que me hizo a mí y yo casi ni me di cuenta. Eso mismo le estaba pasando a la chica, que no se daba cuenta de lo que le estaba haciendo.

Le empecé a contar a una amiga lo que estaba viendo, de hecho, no podía parar de mirar lo que le estaba haciendo a la chica. A lo largo del trayecto, se subieron dos chicas más cerca de él y este repitió lo mismo cada vez que alguna se subía al vagón. La verdad es que yo estaba alucinando porque nadie parecía ver lo que estaba pasando y, obviamente, me daba vergüenza ponerme a gritarle y decirle algo por si la gente pensaba que era una exageración.

Cuando llegó mi parada me levanté y como él estaba tan cerca puse mi bolso que es bastante grande por detrás de mí para que no se acercara. En cuanto se paró el metro me bajé, pero había empezado a acercarse y me hubiera hecho lo mismo otra vez si llego a ir de pie o no llego a poner el bolso de por medio. Igualmente si me lo hubiera hecho en ese momento sí que le habría dicho algo, pero claro a veces en esas situaciones no sabes qué hacer, porque tampoco es que te haya tocado… 

Todo esto lo denuncié por redes sociales y pudieron localizar al hombre que nos acosaba a las chicas en el metro. ¿Por qué nadie hace nada para frenar este tipo de comportamientos machistas? ¿Por qué las mujeres siempre tenemos que estar pendientes de elegir bien nuestro vagón para no ser víctimas de estos comportamientos?