Las mejores historias hablan de batallas que fueron peleadas. Esa es la historia de miles de familias involucradas en el autismo. Desde hace unos años a la fecha decidí comenzar un proyecto en redes sociales como vocera de este trastorno, “El autismo es un Dragón” es la metáfora que desde el 2019 encabeza mi movimiento y que pretende explicar esta condición a través de las similitudes que hay entre estas especies fantásticas y la comunidad autista.

Dren, es el nombre del dragón que me acompaña en mis contenidos, si te detienes a escuchar su historia y la de su especie, comenzarás a notar las similitudes que tienen con nosotros los autistas. Ellos siempre están en sus cuevas cuidando sus tesoros, disfrutan de su zona de confort, les gusta estar en sus lugares seguros acompañados de objetos que disfrutan, tal y como hacemos la comunidad autista (estos son ejemplos simples). Además, los dragones europeos conviven diariamente con el maltrato, las personas piensan que son malos, los discriminan sin saber su historia, esa es otra de las características que compartimos, otra de las más importantes es que viven escondidos, pareciera que no existen, muchos los ignoran, así como lo hacen con las personas que nacimos con TEA.

Mi nombre es Andrea Valenti, tengo 25 años, soy licenciada en artes y vocera del autismo, desde pequeña fui diagnosticada con Asperger o Autismo tipo 1, dedico parte de mi tiempo a compartir información sobre este trastorno con contenido sencillo, digerible, entretenido y familiar. El autismo es un espectro, se le llama así porque no hay casos que se parezcan, dependiendo del grado que se detecte en el individuo y temas de personalidad incluso, este puede presentar dificultades psicosociales, problemas atención y comunicación, algunas veces motrices, etc.

En el tiempo que llevo creando contenido me he encontrado con un sinfín de personas y situaciones. Gracias a mi trabajo he logrado ser entrevistada por diversas asociaciones, madres y padres de familia me contactan para pedirme asesoría para tratar a sus hijos con autismo y personas de la comunidad me agradecen por la información que comparto. Cabe aclarar que no soy una experta, ni una profesional, simplemente soy una persona que habla desde su experiencia y transmite la información que lee de una manera didáctica, pero luego de aclarar esto, doy mi visión de las cosas. Sin duda, es un proyecto que me hace feliz porque además de dar a conocer información útil, también comparto mis gustos, mi vida y doy a entender que soy más que una chica autista, soy una persona con sueños y metas por cumplir, por ejemplo, sigo luchando por publicar una serie de cuentos inspirados en mi metáfora, con ellos logré graduarme con honores y creo que es importante que lleguen a más gente.

Inclusión no es regalar oportunidades solo porque eres de una capacidad, sexo o raza. Inclusión es que veas más allá de lo diferente para darte la oportunidad de conocer a quienes pueden aportar a este mundo sin importar sus condiciones. Me considero una persona tranquila, apasionada, disfruto la vida como se puede a pesar de las dificultades que mi condición puede traer.

Me parece impresionante la manera en la que abundan los comentarios negativos y los mitos alrededor del autismo, desde pequeña me he encontrado con barreras, en ese momento yo no era consciente de ellas, pero mi mamá me explica que era una niña solitaria, me rechazaron de diversas escuelas por ser autista, sufrí bullying y rechazos, pero a pesar de todo he aprendido a vivir con eso y de mejor manera.

Actualmente el autismo es más conocido pero sigue habiendo muchas personas a las que no les interesa saber, no quieren informarse y lo peor es que se solo creen lo que les da la gana, he escuchado gente que sigue pensando que el autismo es provocado por vacunas, algunos hablan desde la ignorancia y creen que este trastorno es un castigo de dios, dicen que los niños autistas no deben de ser expuestos a la calle o piensan que por tener este trastorno debemos de vernos de alguna manera determinada o hacer actividades específicos, hay demasiada desinformación.

Este tipo de comentarios provocan bullying o problemas en la autoestima de los autistas, muchos de ellos han optado por quitarse la vida y las autoridades no se toman el tiempo para tomar cartas en el asunto hasta que las personas están graves o peor aún, muertas. Considero que debemos de empezar a educar a los niños y adolescentes en temas de salud mental y trastornos, también es necesario que se pongan a prueba a los docentes en temas de empatía y comprensión.

Como vocera del autismo quiero hacer llegar la siguiente petición a los integrantes del Senado de la República: La falta de empatía y la desinformación han costado la vida de niños y jóvenes autistas. Es urgente que se cree una ley de protección hacia personas con trastornos y discapacidades. ¡Nuestras vidas también importan!