Soy Veronica Morales, la mamá de Astrid, una pequeña niña de solamente 4 años de edad que nació un 18 de septiembre del 2016. Desde que tenía un año de vida le diagnosticaron estreñimiento crónico, pero fue en octubre del 2019 que lamentablemente sufrió un prolapso rectal, así como múltiples perforaciones en su colón; Astrid en ese momento se enfrentó a una hemorragia interna y una peritonitis, por lo que fue sometida a una laparotomía que duró casi 8 horas, en dicha intervención los doctores tuvieron que realizar una colostomía. 

A pesar de que al décimo día nos dieron de alta y de que por 10 meses ella permaneció con la colostomía y una bolsa donde ella podía hacer sus necesidades, fue en marzo de 2020 que ya estaba programada la segunda operación que ella necesitaba, es decir, una anastomosis, pero desgraciadamente llegó el COVID-19 a México y esto ocasionó que se suspendiera la intervención debido a que cerraron la mayoría de los hospitales. 

Ante la pandemia que cambió totalmente los planes, fue en junio de 2020, que decidimos buscar un cirujano por la vía particular para que diera revisión al problema de Astrid y ver la manera de continuar con el procedimiento pendiente, pero dicho procedimiento superaba los 150 mil pesos, mi familia y yo hicimos todo lo posible por recaudar el dinero a través de fundaciones, ventas y rifas.

Afortunadamente si juntamos la cantidad y en octubre de 2020  le realizamos la operación, desafortunadamente al décimo día se le reventó el intestino que se había unido, lo que le provocó una peritonitis. Nuevamente entró por tercera ocasión a una intervención en donde volvieron a conectar su intestino, pero esta vez para que funcionará hicieron una ileostomía, ya que podría darle tiempo de sanar a la anastomosis, sin embargo, al tercer día la herida se abrió y luego líquido biliar; los médicos volvieron a entrar y encontraron 5 fistulas en el intestino delgado y la anastomosis desprendida, por lo que tuvieron que cerrar las fistulas, volver a hacer la ileostomía y dejar una colostomía pero en este proceso perdió la pared abdominal ya que la peritonitis infecto todo.

Al ver que la salud de mi hija se estaba deteriorando mucho, tuve que trasladarla al IMSS y fue ahí donde los doctores han tratado de hacer todo lo que les es posible pero en mi estado al ser un hospital de segundo nivel no cuentan con varias especialidades, así que decidieron trasladarnos a un hospital de 3er nivel. Astrid ya ha entrado 7 veces a quirófano para poder contener el gasto de la perforación, pero todo ha sido en vano ya que la piel y el intestino están muy dañados y debido a esto la infección no cede; la primera perforación se localiza a una distancia de 50 cm del estómago y al ser poco tramo de intestino funcional casi no absorbe los nutrientes que ella necesita y por ello se encuentra en desnutrición.

Actualmente nos trasladaron al hospital de alta especialidades pediátricas de Guadalajara, donde se buscarán nuevas opciones para que ella sane, pero el IMSS no nos brinda apoyos en viáticos y hay medicamentos que ella requiere que el seguro no maneja y debemos comprar por nuestra cuenta, inclusive hasta material de curación especial.

Desde que llegamos a Guadalajara, la abordaron varias especialidades, infectología, gastro, paidopsiquiatria, cirugía pediátrica, inmunología, cardiología, etc. Las infecciones ya las combatieron y el día 3 de febrero entró a cirugía donde recepcionaron 50 cm de intestino dañado y realizaron dos anastomosis para el intestino distal creando 100 cm de intestino desconectado, también le colocaron el VAC (terapia de presión negativa) para cerrarle la herida del abdomen y todo iba bien, le permitieron alimentos en papilla a partir del día 16 pero el 18 que entró a cambio de esponjas encontraron con el intestino perforado a un aproximado de 20 cm del estómago y decidieron esperar que la herida cerrará para que después entrarán a quitar lo que no sirviera y conectar el resto de intestino pero el día de ayer al entrar al cambio de esponjas encontraron no solo una perforación si no 5 más en todo lo que le resta de intestino, los doctores comentan que por ahora no hay nada que hacer, están en espera de las biopsias que se enviaron desde la cirugía a principios de febrero por que creen que un microbio se está comiendo el intestino de astrid, una vez que tengan los resultados e inmunología la revise se verá que se puede hacer pero por ahora ya no hay nada que hacer. Mientras, sigue en ayuno con la alimentación parenteral pero cada 3 días le hacen estudios por que tanto puede causar daño hepático, el día viernes entrará a recambio de esponjas esperando ya la haya visto inmunología. 

Se ha comentado, aunque no se sabe si puede ser Astrid candidata a un trasplante de intestino, primero se tiene que saber si es algún bicho el que se está comiendo su intestino, pero como estos casos no son muy comunes en México, nos dicen que tendríamos que buscar ayuda en países como España o lugares en los que este tipo de cosas ya tienen un proceso para ayudar estos casos, 

Pido a las autoridades del Senado de la República, quienes son mis representantes lo siguiente: Brindar mejores alternativas de apoyo tanto familiar como médico para que la salud de mi hija mejore, si es posible analizar un traslado a un hospital extranero especializado, donde puedan determinar qué alternativa es la mejor para que Astrid pueda vivir, ella ha sido una guerrera de vida, actualmente se encuentra en terapia intensiva luchando, pero es necesario que los servicios de salud nos apoyen para seguir 24/7 con ella y nos apoyen en viáticos, pues nuestra vida ha cambiado y hemos dejado nuestros trabajos para poder estar con ella en todo momento.  

Por favor, ayúdanos a firmar y a difundir nuestra campaña por todos sus grupos-contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si conseguimos 500 apoyos, esta pregunta llegará al Senado de la República, los cuales nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. 

Muchas gracias