Pregunta para Congreso del Estado de México
Cuidar la salud emocional de las niñas y niños debería ser prioridad en nuestro país. Llevo un año sin poder ver a mis hijas porque su padre se las llevó.



Mi nombre es Ana Laura Orihuela, vivo en Toluca y soy parte de la estadísticas de padres y madres que sufren de una situación de sustracción de menores ya que desde hace 1 año y 4 días mi ex marido se llevo a mis hijas y no me ha dejado volver a verlas.
Mis hijas tienen 8 años y 5 años, desde el 2014 comencé el proceso de divorcio donde me quede con la guardia y custodia de la mayor, sin embargo, decidimos reanudar la relación y producto de esto nació mi hija menor en 2015.
En 2018 finalmente nos separamos después de que él me privo de mi libertad durante tres días dentro de la casa donde me mantenía cautiva y fue hasta que le prometí que iba a seguir con la relación que me dejo salir.
En ese momento aproveché para pedir ayuda, fui por mis hijas y me fui a resguardar a un domicilio donde él no sabía que podíamos estar. Me asesoro jurídicamente y el 7 de septiembre de 2018 logro separarme de él.
Tras dos meses, mi ex marido, su hermana y su padre montan vigilancia para arrebatarle a mi hija pequeña a mi mamá en la calle. A partir de ahí empieza un proceso jurídico donde primero le dieron a él la guardia y custodia provisional a pesar de que las niñas manifestaban querer estar conmigo.
Metí un recurso de revocación y determinan la guardia y custodia compartida en enero de 2020. Durante todo este proceso estaba consciente de la violencia psicologica e instrumental que mi ex marido estaba cometiendo contra mis hijas porque después de las estancias con él regresaban con ideas erróneas a mi casa.
Desde decirles que ya no me llamaran mamá sino por mi nombre, hasta ideas de maltrato de mi parte fueron parte de la estrategia que utilizó mi ex marido con ellas para formar una alienación parental muy marcada desde esos momentos.
En agosto doy aviso a las autoridades de que inicio una nueva relación para que lo sometieran a las pruebas necesarias para no afectar el proceso, sin embargo, el 11 de septiembre del mismo año mi ex marido viene a mi domicilio, se lleva a las niñas a su semana de convivencia y después de eso ya no me las quiso entregar.
Yo no volví a ver a mi hija mayor desde que salió de mi casa y el 18 de septiembre, cuando las fui a recoger, fue la última vez que pude ver a mi hija pequeña.
He acudido desde ese momento al domicilio cada viernes para ver si en algún momento puedo verlas, sin embargo, nunca me las ha entregado. Además, la única forma que yo tenía de verlas era a través de las clases virtuales a las cuales, en este nuevo ciclo escolar no las ha vuelto a presentar.
Siempre he seguido conforme a la ley el proceso, he pedido que le hagan efectivas las medidas de ley, que me autorice fuerza pública, que se le persiga y, hasta el momento, nisiquiera le han hecho efectivas las multas de apercibimiento, por eso él sigue viviendo fuera de la ley.
Por eso, le pido al Gobierno del Estado de México que proteja la integridad física, mental y psicológica de mis hijas, revisando minuciosamente el proceso que se ha llevado durante este año y la situación jurídica de mi caso donde se revisen las omisiones e irregularidades de ambos lados.
Lo único que quiero es que se haga lo mejor para mis hijas, que ellas estén seguras y vivan en un espacio que las proteja y se encuentren en un ambiente sano y que las ayude a procesar todo lo que han vivido los últimos años.
Ayúdame firmando y compartiendo mi petición, tengo la esperanza de que pronto mis hijas puedan regresar conmigo y pueda darles todo el amor, respeto y cuidados que se han merecido siempre.